Vota PP-PSOE

domingo, 3 de febrero de 2013

El siguiente capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: ALEMANIA
He estado de vacaciones. He estado de vacaciones en un lugar atractivo para el turismo extranjero. Peñíscola. He visto muchos alemanes. He sentido aversión por ellos. Su gobierno tiene la culpa de muchos de mis males. Su gobierno aprieta al gobierno español. Su gobierno aprieta a los españoles. Su gobierno es una sanguijuela. Yo veo a los alemanes como sanguijuelas.
Odio irracional. Odio sin sentido. Los alemanes apoyan a su gobierno. Defiende los intereses de su país. No hacen más que lo que yo haría en su lugar. No hay que ser cínicos. Yo no me preocupo de marroquíes, portugueses o mexicanos. Y con todos estos pueblos me unen fuertes lazos. Con unos comparto la lengua, con otros el Mediterráneo y con otros la idea de Europa. Pero da lo mismo. Son extraños a mí. Cada perro que se lama su rabo. Los seres humanos somos así. Los débiles reclaman justicia, los fuertes son implacables.
Los alemanes avalando a su gobierno en sus recortes a España. Medidas que favorecen a sus bancos. Antes, los españoles avalaban a su gobierno en el saqueo de Iberoamérica. Favorecía a las empresas españolas. Hoy, éstas imponen las leyes al gobierno hispano. La crisis la pagan los españoles, no ellas. Mañana los bancos alemanes impondrán sus leyes al gobierno germano. La población alemana también tendrá su crisis. La población ayudando a reforzar a los poderosos. Éstos imponiendo su poder a la población a través de los gobiernos. El neoliberalismo siempre triunfando. La población siempre perdiendo.
Pan para hoy y hambre para mañana. La población incapaz de imaginar el mañana que les espera. Un pasado feliz no hace prever un futuro infeliz. Los alemanes viven bien. Se sienten los amos de Europa. Intentaron serlo en dos grandes guerras que perdieron. Lo han conseguido por medios pacíficos. Europa baila al son de Alemania. Los alemanes se sienten un pueblo extraordinario. Sin duda lo son. También lo fueron en esas dos guerras. Que casi ganan. Que perdieron. Tragedias terribles. Ocasionadas por los poderosos. Sufridas por el pueblo.
Primera Guerra Mundial. Partido Socialista alemán. El partido socialista más importante de Europa. El partido político más importante del parlamento alemán. Sus líderes dirigen la II Internacional Socialista. Dirigen la solidaridad obrera. Dirigen el internacionalismo obrero. Los obreros no matan a otros obreros. Los obreros rechazan las guerras imperialistas. Los líderes del partido socialista alemán dirigen el fuerte compromiso pacifista del mundo obrero. Hasta que llega el año de 1914. Hasta que llega la toma de decisiones.
Llega el año de 1914. El gobierno alemán declara la guerra. El partido socialista apoya a su gobierno. Traición a sus votantes. Éstos morirán en masa. En la guerra de trincheras. Mortífera guerra. En perjuicio de muchos. En beneficio de pocos. Los alemanes unidos entre sí. En perjuicio de muchos, en beneficio de pocos. Fin de la guerra. El partido socialista gana las elecciones. Los líderes socialistas obtienen su premio. Los líderes socialistas obtienen el poder. Los líderes socialistas ya lo sabían. Los alemanes son sobre todo una nación.
Segunda Guerra Mundial. Aún más mortífera que la anterior. Génesis de sobra conocida. Tratado de Versalles. Hiperinflación. Crisis de 1929. El nazismo como aberración histórica. Los alemanes de nuevo unidos. Mito de la puñalada por la espalda. Alemania preparándose para la guerra. Alemania en guerra con el mundo. Alemania ocasionando sufrimientos sin cuento. La Segunda Guerra Mundial como máxima expresión del horror. Los alemanes primero como verdugos, después como víctimas. Víctimas de sus propios excesos, víctimas de su incapacidad para controlar la ambición de sus élites. De nuevo haciendo causa común con ellas. De nuevo sufriendo justos por pecadores. De nuevo siendo una nación.
Posguerra. Creación del Estado del bienestar. Los alemanes olvidan las guerras. Sesenta años de vida feliz son muchos años. Sesenta años de no buscar las riquezas ajenas, sino de disfrutar las propias. Sesenta años de repartirse la riqueza. Sesenta años de crear una sociedad más justa. Donde no hay lugar a las guerras. Donde el ciudadano alemán puede ser feliz. Donde el ciudadano alemán puede vivir en paz. Donde el ciudadano alemán siente orgullo de su nación y no la nación siente orgullo de sus sacrificios.
Caída del Muro de Berlín. Oportunidad histórica para la reunificación. Las dos Alemanias de nuevo unidas. El comunismo pasando a los libros de historia. Todo positivo por el momento. Todo negativo para el futuro. Desaparece el freno a las élites. De nuevo regresa el egoísmo de éstas. Regresan los desequilibrios sociales. Alemania se suma al neoliberalismo. Alemania se pone a la cabeza del neoliberalismo europeo.
El cambio en Alemania. El cambio de modelo de Europa. La Europa de las dos velocidades, la Europa del capital. Los alemanes de nuevo sintiéndose fuertes, los alemanes de nuevo rivalizando con otros pueblos. Los alemanes de nuevo buscando fuera lo que sus élites no les dan dentro. Alemania volviendo a una política exterior más agresiva. Los alemanes de nuevo identificados con su gobierno. La nación de nuevo reclamando la unidad de los alemanes.
La población alemana condenada. Triunfos pasajeros en el exterior. Otros pueblos europeos se empobrecerán antes que ellos. Los españoles vamos camino de ellos. También creíamos que nuestra prosperidad era para siempre. Ahora ya no lo tenemos tan claro. La desgracia de otros europeos no traerá la prosperidad a todos los alemanes, sólo a unos pocos de ellos. Y éstos pocos no tendrán suficiente, también querrán su cuota del resto de los alemanes. Y la obtendrán. Para eso son los que mandan. Para eso los alemanes apoyan a su gobierno.
El neoliberalismo. Los ricos alemanes. Cada vez pagando menos impuestos. Los problemas del Estado del bienestar reproducidos incluso en las economías más fuertes. Cuantos menos impuestos para los ricos, mayores oportunidades de pobreza para el resto. Es cuestión de tiempo. Los minijobs ya están ahí. Y han llegado para quedarse. Para quedarse mucho tiempo. Para quedarse para siempre.
El neoliberalismo. El nuevo capitalismo. Repaso histórico. Tras la Revolución Industrial hubo un capitalismo que justificaba las revoluciones. Un capitalismo que explica la convulsa historia de la primera mitad del siglo XX. Tras la Segunda Guerra Mundial hubo un cambio en el capitalismo. Se creó el Estado del bienestar. Ahora regresa el capitalismo que justifica las revoluciones. Los alemanes aún no se han enterado. Su gobierno busca culpables en el exterior. Los alemanes se lo creen. Los culpables están en el interior. Los alemanes deben aprender a buscarlos. Pero rápido. Antes de que se empobrezcan. Antes de que con la pobreza regrese la violencia. Los alemanes saben mucho de revoluciones. Los alemanes saben mucho de guerras. Los alemanes deben recordar. Los alemanes deben espabilar. Los alemanes deben relativizar a su nación.
Alemania, el país más poderoso de Europa. El país con mayor capacidad de decisión. Alemania, el país europeo donde los votantes sí pueden elegir un gobierno fuerte. Un gobierno fuerte ante los poderes económicos. Los alemanes deben defenderse. Deben defenderse del neoliberalismo. Deben usar la fuerza de su voto. Deben huir de la manipulación política. Deben pensar en sí mismos. Pueden cambiar el destino de los europeos. Pueden cambiar su propio destino. Pero no creo. Los alemanes tampoco deben ser muy listos. En Alemania hay bipartidismo. Menos que en España. Vano consuelo. El mismo sistema. La misma desesperanza. Vota PP-PSOE.
El vigésimo octavo capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: JOAQUÍN ALMUNIA
Ayer representante de las políticas socialistas. Hoy representante de las políticas neoliberales. La misma cara. La misma persona. Que no ha cambiado. Que pertenece al mismo partido político. Éste tampoco ha cambiado. No le reprueba. Forma parte de él. Es Joaquín Almunia. Un animal político. Un político hispano. En la política hispana no hay contradicciones. Quien gobierna hace lo contrario que lo que afirmó en la oposición. Sin rubor. Sin vergüenza. Las urnas le avalan. Las urnas le dan patente de corso. Y son cada mucho tiempo. Son cada cuatro años. Y el votante olvida. Y el votante consiente. Consiente en tener un margen de elección mínimo. Consiente en el bipartidismo.
Joaquín Almunia. Un perdedor. Hace años candidato a la presidencia del gobierno de España. Hoy candidato a la reprobación pública. Para él es indiferente. Para ser candidato a la presidencia por parte del partido socialista jugó sucio. Ahora sigue jugando sucio. Representa a los españoles. Perjudica a los españoles. Sólo busca el poder. Y lo tiene. Es un perdedor. Forma parte de la Comisión Europea.
Fue elegido por los españoles. Su poder emana de los españoles. Su cargo le viene por representación popular. Se ha olvidado de ello. Se ha desligado de sus representados. El poder por el poder. La política profesional. El político convertido en burócrata. El político convertido en tecnócrata. Alejado del pueblo. Alejado del espíritu democrático. Convertido en un poder en sí mismo. Actuando como si la fuente de su poder le viniera de arriba y no de abajo. Dirigiendo recortes de derechos. Perjudicando a los de abajo. Sin sensibilidad hacia los de abajo.
Escucho un día la radio. Interviene una oyente. En el paro. Agotada la prestación por desempleo. En situación límite. Reflexionando sobre si los políticos pueden dormir con la conciencia tranquila. Me sonrío. No tienen problema. Duermen a pierna suelta. No tienen mala conciencia. Ellos no han agotado la prestación por desempleo. Ellos no sufren la situación. Y la capacidad de los seres humanos para disculpar sus actuaciones es asombrosa. Y los políticos saben dar explicaciones convincentes. Saben excusarse. Saben justificarse. Saben justificar que ellos no tienen la culpa. Ellos tienen la responsabilidad. Son cosas distintas. La responsabilidad se debe exigir. La sociedad no la exige. España no es Islandia. España acepta las explicaciones políticas.
Los españoles no castigan el mal ejercicio del poder. Los políticos no se autoinculpan. Los políticos alardean de su responsabilidad de gobierno. Con los privilegios de ésta. Sin sus exigencias. Es un papel cómodo. Yo no tengo la culpa. Mis culpas las pagan otros. El sueño de todos los seres humanos. Una vida sin responsabilidades. Pero cobrando mucho por tenerlas. Los políticos convertidos en gestores de lo público. Aprendiendo de los gestores de los negocios privados. Aprendiendo de los ejecutivos de los bancos. Quiebra el banco. Me aumento el salario. Lógico. Pagan terceros.
Asunto de Bankia. Comisión de investigación en el congreso. Políticos investigando a compañeros. Políticos investigando a financieros. Impunes investigando a impunes. Los inculpados gustándose. Todos contentos de su gestión. Nada de autocrítica. Ninguna consecuencia. La crisis la sufren otros. La pobreza la sufren otros.
Connivencia entre políticos y financieros. Nada nuevo bajo el sol. Intereses comunes. Los intereses del poder. Los financieros con el poder del dinero. Los políticos con el poder del Estado. Los políticos convertidos en casta. Desligados de la realidad. El PSOE renovándose con Rubalcaba tras su fracaso electoral. El PSOE promoviendo a Almunia a la Comisión Europea tras su fracaso electoral. Nunca un retorno a la vida normal. Nunca un retorno a la humildad. Los políticos instalados en la soberbia. Abusando de su poder.
Connivencia entre políticos y financieros. Desprecio por el ciudadano común en sus reuniones privadas. Está tan abajo. Se sonríen de sus reclamaciones. Se ríen de sus protestas. Risas de nuestros representantes y de los representantes de nuestros males. Acuerdos ocultos a la ciudadanía. Acuerdos sangrantes. Abusos legales. Un ejemplo. El ciudadano que devuelva su piso por imposibilidad de pagar la letra pierde la casa y mantiene la deuda. Todo muy justo. Todo legal. No hay nada más que añadir.
Llega la crisis. Se acelera el fin del bienestar. El ciudadano con miedo. El ciudadano asustado. Los políticos sintiendo el vértigo del poder. La población pendiente de sus decisiones. Ellos saboreando el temor ajeno. Sin identificarse con sus votantes. Sin poder sentir compasión por seres tan inferiores. Viviendo en las alturas del poder. Unos más en lo alto que otros. La Comisión Europea. Superestructura superpuesta a la democracia. Joaquín Almunia reprobando al gobierno democrático de su país. Haciendo de látigo de un ente todopoderoso. Convertido en un ser odioso. Disfrutando de ser tan odioso.
Políticos enfermos de poder. Expresión de una sociedad también enferma de ambición. Tiene que ser triste aparecer en televisión y que millones de personas te insulten mentalmente. Tiene que ser triste ser tan aborrecible a tus compatriotas.  Tiene que ser triste sentir un bienestar propio a costa de  la desgracia ajena. Tienes que valer. Tienes que valer para hacer un papel tan vil. No todos valen. Pero algunos llevan ejerciendo ese papel mucho tiempo. Y los españoles llevan mucho tiempo votándoles. Seguirán votándoles por supuesto. No les obligarán a humanizarse. No les forzarán a volver a ser personas normales. Sin poder. Sin soberbia. Vota PP-PSOE. 

sábado, 2 de febrero de 2013

El vigésimo séptimo capítulo del ensayo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LAS CLASES MEDIAS
España, país de desigualdades. España, país de nobleza y campesinado. Miseria campesina. Perpetuada a través de los siglos. Con minifundio en el norte. Con latifundio en el sur. Pero con el mismo resultado. Vida triste. Vida de subsistencia. Generación tras generación. Siglo tras siglo. Unos pocos disfrutando de la vida, una mayoría lamentando haber nacido. Sin conocer el placer. Sin conocer la felicidad. Sólo conociendo la miseria. Sólo conociendo la desgracia.
Pobreza de los españoles. Hasta tiempos muy recientes. Filmada por Buñuel. Documental sobre Las Hurdes. Hace menos de un siglo. Imágenes para llorar. Así vivían los españoles. Así vivieron aún nuestros bisabuelos. Así vivieron aún muchos de nuestros abuelos. Segunda mitad del siglo XX. Cambia la suerte del ser hispánico. La prosperidad empieza a alcanzar sus filas. La riqueza se reparte. La mayoría sale de pobre. Se forman las clases medias. El ser hispánico aprende a comer bien. El ser hispánico aprende a vivir bien.
Las clases medias. Acceso al bienestar. Olvido del estado anterior. Es duro recordar. La psicología del individuo tapa el lado amargo de la vida. Prefiere el lado amable. Los españoles acostumbrados a la buena vida. Los españoles alejados de los malos recuerdos. Confiados sólo en mejorar. Creyendo en el progreso. Creyendo en su capacidad. Creyendo en sí mismos. Olvidando la tradicional indefensión del ser hispánico. Olvidando su ancestral vida desgraciada. Creyendo que los tiempos han cambiado para siempre. Creyendo que los derechos son inalienables. Creyendo que la prosperidad es inalienable.
Pecado de las clases medias. Se olvidaron muy rápido de que se puede ser pobre. Se olvidaron muy rápido de que siempre hubo ricos y pobres. De que nunca dejó de haber ricos. De que éstos son muy egoístas. De que querían recuperar el terreno perdido. De que estaban esperando su oportunidad. De que estaban esperando que la sociedad bajase la guardia. Y las clases medias bajaron la guardia. Se creyeron ricas también. Y no lo eran. Su riqueza era otorgada. Su riqueza era dependiente. Y los ricos de verdad dijeron basta. Y las clases medias no entendieron. Las clases medias cedieron. Las clases medias se empobrecieron.
Las clases medias. Preocupadas por su bienestar físico se olvidaron de que la mente también hay que tenerla activa. Mente sana en cuerpo sano. Obsesión por el deporte moderna. Todos a cuidarse. Todos al gimnasio. Todos a hacer footing. Todos a hacerse la cirugía estética. El lema clásico falla por el lado más impensado. La sabiduría de los antiguos errando por el lado de la mente. Las clases medias. Cuerpo sano en mente enferma. Nadie piensa ya. Ha llegado la edad de oro. La edad de la eterna juventud. Cuidemos sólo la salud propia. No cuidemos la salud social.
Cuidemos la estética. Cuidemos la calidad. Vivamos en mundo artificial. En un mundo de seres selectos. En un mundo de productos selectos. Presumamos de ir al Arzak. Presumamos de pagar por no comer. Refinémonos ya que vamos a ser todos ricos. Imitemos el modo de vida de las clases altas. Las diferencias sociales han desaparecido. Los hábitos populares han desaparecido. La comida tiene que ser sana. La vida tiene que ser sana. Todo tiene que ser sano. Menos la mente. La mente está podrida. El ser de clase media se ha vuelto narcisista. El ser de clase media sólo piensa en sí. El ser de clase media ha perdido la perspectiva. La perspectiva de su propia destrucción. Somos clase media. Sigamos viviendo falsamente.
Preocupémonos sólo de nosotros mismos. De nuestro peso. De nuestra dieta. De nuestros gustos. Compremos ropa de marca. Busquemos marcar distancias con el prójimo. Busquemos marcar nuestra calidad. Poner nuestro sello en los objetos que nos rodean. Ropa cara, coches caros, viajes caros, todo nos lo podemos permitir. Despilfarremos. Aunque nos endeudemos. Aunque empufemos a nuestros familiares. Aunque los salarios vayan a menos. Presumamos. Mientras salgan las cuentas, presumamos. Lo demás no tiene importancia. Vivamos como ricos puesto que todos viven como ricos. Y yo no soy menos. Yo soy clase media.
Las clases medias. Los viejos olvidaron su amargo pasado. Los jóvenes nacieron viviendo bien. Todos creyeron que no había vuelta atrás. Creyeron en una sociedad sin clases. En una sociedad sin luchas de intereses. En una sociedad garantista que protegía al individuo. En una sociedad donde el individuo tenía satisfechas las necesidades básicas. En una sociedad donde el individuo tenía que ser ambicioso. Que siempre se iba hacia adelante, nunca hacia atrás. Y llegó la crisis. Llegó el momento de contrastar la prosperidad alcanzada. Y los españoles no entendieron la marcha atrás. Y era su culpa. Y ellos no se sentían culpables. Ellos se sentían ricos.
Pobre clase media. Los pobres venidos a ricos no entienden que no se puede ser rico permanentemente. Ya lo dice el nuevo gobierno de Hispania. Los españoles hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Tenemos que pagar por ello. Tenemos que pagar la soberbia de habernos sentido ricos. Tenemos que pagar la urgencia de haber jugado a ricos con dinero ajeno. Tenemos que entender que volvamos a ser clase baja. El gobierno nos hará el favor de devolver la sociedad hispana a su estado natural. Las medidas para salir de la crisis van en esta línea. Recorte generalizado de derechos. La riqueza de nuevo en manos de unos pocos. La pobreza de nuevo repartida entre muchos.
Triste regresión de la clase media hispánica. Producto de los anteriores años de bonanza. Los españoles votando el neoliberalismo. Haciendo un gran uso de la democracia. Votando a favor de gobiernos que elaboraban leyes injustas. Creando el caldo de cultivo para la pobreza. Sin ojos para analizar la realidad. Aprobando la Constitución Europea. Las clases medias comportándose absurdamente. Votando contra sí mismas. Perjudicándose a sí mismas.
Triste regresión. Costó muchos siglos que una mayoría de pobres tomara conciencia de la injusticia y cambiara la sociedad. Costó tanto que es difícil de entender por qué se produjo. Los pobres son seres resignados. Pero cambiaron. Y lucharon por vivir bien. Lucharon mucho. Y consiguieron vivir bien. Se crearon las clases medias. Fin de la historia. O no. Desgraciadamente.
Triste regresión. Penosa lección de historia. Las clases medias triunfaron. Las clases medias se confiaron. Se acomodaron. Perdieron el espíritu de lucha. Y en pocos años van a perder las ventajas que se tardaron mucho tiempo en conseguir. Van a perderlas por olvidar su origen. Por olvidar su lugar social. Por creerse más de lo que son, van a conseguir ser menos. Por no defender sus derechos, van a perder su bienestar. Van a volver a pobres, sintiéndose ricos. Porque las mentalidades cambian lentamente. Porque una mente enferma tarda mucho en curar. Pero los cambios sociales son muy rápidos. Y el fin de las clases medias está siendo rápido, aún más rápido que su aparición.
Las clases medias. Un interesante y pasajero fenómeno social que las futuras generaciones estudiarán en los libros de historia. Sin entender mucho. Sin entender cómo pudieron unas personas que vivían bien dejar que otras que aún vivían mejor las convirtieran en pobres. Sin entender cómo este cambio se produjo en un sistema democrático. Sin entender cómo los gobiernos elegidos por las clases medias las degradaron en clases bajas. Pero así es el votante. Sobre todo el votante español. Sabe bien con quien se tiene que identificar. Sabe bien a quien tiene que votar. Elige bien. Elige siempre bien. Vota PP-PSOE.
El capítulo siguiente es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: EL CAPITALISMO
España está en crisis. La peor expresión del capitalismo se ha instalado en el solar hispano. Muchos españoles de nuevo desconfían del capitalismo. De nuevo se escuchan tesis anticapitalistas. De nuevo se desempolvan viejas consignas sobre el pueblo trabajador y la explotación que sufre por los ricos. De nuevo reaparecen expresiones como proletariado, imperialismo, lucha de clases o plutocracia. De nuevo la gente duda del capitalismo. Pensaba que éste sólo traía riqueza y ahora se entera que también trae pobreza.
El capitalismo. Sistema económico sagrado hasta fechas recientes. Tan interrelacionado con la democracia que son imposibles de deslindar. Renunciar al capitalismo es como renunciar a la democracia. Ésta aporta la libertad política, el capitalismo aporta la libertad económica. Los dos tienen que ir de la mano. Los dos se complementan. Los dos son el garante del bienestar del individuo.
El bienestar del individuo amenazado. Por el propio capitalismo. Algo falla. Algunos añoran el comunismo. Añoran su combatividad social. Se olvidan del comunismo real. Se olvidan de sus abusos. Pero buscan alternativas. El capitalismo está fallando. También está produciendo abusos. Y el comunismo ya no es alternativa. Ya no hay límites para el capitalismo. Ya no hay límites para los grandes capitalistas.
La caída del muro de Berlín. Fin del capitalismo humano. Vuelta al capitalismo salvaje. El neoliberalismo entrando a saco en Europa. Un capitalismo que creó clases medias sustituido por un capitalismo que las destruye. Un capitalismo que intentaba evitar la pobreza de la población para que no apoyaran al comunismo sustituido por un capitalismo al servicio del incremento de la riqueza de unos pocos. Un capitalismo de nuevo en estado puro. Un capitalismo de nuevo basado en la ley del más fuerte.
La construcción del euro. Años noventa. El nuevo capitalismo a escena. La globalización en ciernes. Los sindicatos dormidos. Los españoles creyendo en el capitalismo europeo. El antiguo. Los españoles recibiendo el capitalismo europeo. El nuevo. El neoliberalismo imponiendo sus criterios. Los españoles ciegos ante la tormenta que se avecina. El mito europeo demasiado poderoso. El pasado de pobres demasiado poderoso. El nuevo escenario demasiado extraño. Los españoles perdiendo soberanía. El capitalismo ganando poder.
El euro. Capitalismo sin límites. Moneda común sin democracia común. El pueblo ha dejado de ser soberano. Elige gobiernos que reciben instrucciones de los bancos. Gobiernos que sacan pecho con el pueblo, pero que no lo pueden sacar con los ricos. Gobiernos fuertes hacia abajo, gobiernos débiles hacia arriba. Marco político nacional en marco económico transnacional. Políticos convertidos en domadores del pueblo. Sin responsabilidades. Escudando sus decisiones en la necesidad de construir la nueva Europa. La nueva Europa capitalista.
El nuevo capitalismo. El neoliberalismo. El mito del hombre hecho a sí mismo calando entre las clases medias. Los derechos sociales vistos como estorbo. Es tan fácil prometer la riqueza cuando no existe el recuerdo de la pobreza. La vanidad del hombre es infinita. Siempre mira hacia arriba. Siempre se imagina como millonario, no se imagina como indigente. Normal. Pero la imaginación es la imaginación y la realidad es la realidad. Y a la nueva realidad están despertando los españoles. Algunos más lentamente, otros más bruscamente. Algunos aún manejan euros, otros ya no los manejan. Algunos aún mantienen el sueño capitalista, otros ya han descendido a la realidad capitalista.
Tengo amigos argentinos. También ellos conocieron el sueño neoliberal. Años noventa en Argentina. La población viviendo a crédito. Moneda fuerte. Venta de empresas públicas. Privatizaciones a gogó. Falsa prosperidad. Los sueños se acaban. Primeros tiempos del nuevo milenio. El corralito. Los sueños arruinados. Las familias arruinadas. El neoliberalismo sin culpa. Aplicándose en Europa. Los irlandeses ciegos. Los españoles ciegos. Aún vivían en su falsa prosperidad.
Entrada en el euro. Los españoles sin reflexión. Venta de las empresas públicas más importantes. Boyantes negocios para avispados. La riqueza de España en manos extranjeras. Se la echa en falta en esta crisis. Demasiada dependencia del chantaje exterior. La deslocalización amenazando. El gobierno cediendo. La población cediendo. La población sin recuerdo. Entrada en el euro. Éxito político. El gobierno consigue mayoría absoluta. Ya somos europeos. Ya somos ricos. Ya seremos pobres.
El capitalismo del euro. Yo soy un burgués y quiero seguir viviendo como un burgués. No soy comunista, vivo demasiado bien como para añorar el comunismo. Pero como vivo bien, no quiero vivir mal. Quiero una seguridad en mi bienestar. No quiero que me cuenten pamplinas de flexibilidad laboral, formación permanente o competitividad. El capitalismo genera riqueza, que la reparta. Hubo un tiempo en que la repartió por el miedo al comunismo. Yo quiero que la reparta por el miedo al buen uso de la democracia. Quiero que las clases medias espabilen, que los derechos que tanto ha conseguido alcanzar no se dejen perder en pocos años. Quiero que la crisis no sea una excusa para un futuro de pobres. Quiero que la población se entere de que el capitalismo sin reglas hace ricos, pero también hace pobres. Y que hace muchos más pobres que ricos.
El capitalismo del euro. El desengaño de la nueva moneda. El saqueo legal de las clases medias. Subidas de precios y bajadas de salarios. Pérdida de condiciones laborales. Inflación galopante en el precio de la vivienda. Incremento de los impuestos indirectos. Todo son mejoras. Ahora se terminó el crédito. Ahora se observan mejor las ventajas del nuevo capitalismo. Ahora algunos aprenderán, otros seguirán en el limbo. Los que aún no se han empobrecido. Los que seguirán creyendo en Europa. En esta Europa. Los que seguirán votando. Vota PP-PSOE.

miércoles, 30 de enero de 2013

Un nuevo capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA SOCIEDAD DE LA ENVIDIA
De un tiempo a esta parte los españoles nos hemos vuelto ambiciosos. Han llegado nuevos tiempos. Se ha acabado por fin la tradicional resignación hispana. Aquella aceptación de las jerarquías como un mal inevitable. Se ha acabado la tradicional sumisión a la Iglesia, al ejército o al trono. Es un gran logro. Los españoles confían en sí mismos. No se ponen metas. No aceptan subordinaciones. Una nueva vitalidad recorre Hispania. La vitalidad del triunfador. La vitalidad del que no se rinde. El español es a día de hoy orgulloso. El español tiene voluntad de mejora. El español no se deja pisar.
Es una gran cosa  esta fe en sí mismo del nuevo español. Tiene muchos valores positivos. Muchos españoles se han descubierto cualidades insospechadas. Muchos tienen liderazgo. Muchos tienen iniciativa. Muchos son emprendedores. Los españoles se quieren a sí mismos. Creen en sí mismos. Desgraciadamente no es oro todo lo que reluce. También existe un lado opuesto. Un lado malo muy triste. Los españoles compiten. Los españoles compiten mucho entre sí. Y la competencia no es siempre sana.
España se ha transformado en el reino de la envidia. Los españoles no aceptan la subordinación. Los españoles no aceptan ser menos que nadie. Consecuencia. No aceptan que su vecino esté mejor que ellos. Les duele que su vecino esté mejor que ellos. Otra consecuencia que refuerza la anterior. Los españoles quieren ser ricos. No discuten la existencia de ricos en la sociedad. Ellos son ambiciosos. Los ricos copan mucha de la riqueza de la sociedad. Queda menos para repartir. Queda menos para el resto. Consecuencia final. Un español no acepta que su igual viva bien. Puede significar que a él no le llegue. Puede significar que él tenga que vivir mal. Pensamiento racional o pensamiento irracional: no importa. Funciona. Funciona en la sociedad hispana.
Ha llegado la crisis. Este pensamiento envidioso se impone. Los españoles desean la nivelación social hacia abajo. Yo no puedo prosperar. Pues castigo para todos. Los españoles nos hemos puesto a gobernar. Los españoles animamos al gobierno a que recorte en todo lo que sobra. Todo lo que sobra muchas veces son personas. A los españoles no les importan las personas. A los españoles sólo les importa su persona.
Soy funcionario. No quiero hurgar más en mi condición privilegiada. Soy profesor de la enseñanza pública. La enseñanza pública tiene rivalidad con la enseñanza concertada. Muchos de mis compañeros son partidarios de acabar con la enseñanza concertada. Yo también. Pero discrepo en los medios. Ellos quieren acabar con ella de golpe. Quieren soluciones rápidas. Yo no quiero soluciones rápidas con personas. Yo no quiero que echen a los profesores de la concertada a la calle sin contrapartidas. Son personas. Tienen familias.
Algunos me dicen que es imposible no recortar nada. Que no hay dinero para todo. Que el dinero se debe administrar mejor. Con esto último estoy de acuerdo. Debe haber más transparencia. Deben conocerse mejor los negocios ocultos del Estado. Deben conocerse mejor los negocios ocultos de los poderosos. Porque sí hay dinero. Que debe aflorar. Que debe ser redistribuido. Que no debe quedar en pocas manos. Que debe beneficiar a las personas.
Los recortes. La población empobreciéndose. Los españoles en un sálvese quien pueda. Aplaudiendo las medidas contra su vecino. Como si el daño ajeno los inmunizase. Sin pensar en justicia. Porque el español quiere ser rico. Porque al español no le importa que sus vecinos sean pobres. Porque predica ajustes sin buscar el dinero donde lo hay. Porque no piensa que lo lógico es pedir dinero a quien lo tiene. Porque la gente que lo tiene, porque tiene mucho, no retrocederá a pobre. Y los vecinos del español sí retrocederán a pobres. Y él irá detrás. Forma parte del vecindario.
La sociedad del bienestar. La sociedad de la envidia. La sociedad en que todo el mundo quiere vivir bien sin desear que el prójimo viva bien. Extraña sociedad con extraña moral. Moral individualista. Falta de moral social. Falta de moral que sea sensible a los débiles cuando uno es débil. Extraña percepción de uno mismo. El español sintiéndose ambicioso. El español creyéndose más de lo que es. El español sintiéndose fuerte sin serlo.
Cambio de mentalidades. En principio positivo. El español ya no se deja pisar. En realidad negativo. El español deja pisar al vecino. El vecino deja que le pisen a él. ¡Qué falta hace una moral social! Una moral que no disculpe las acciones de los fuertes. Que no permita que éstos justifiquen su egoísmo con razones económicas. Que no permita que éstos hagan chantaje a la sociedad sin perder la buena conciencia. Una moral que haga que los españoles vivan mejor. Creyendo en sí mismos sí, pero defendiéndose unos a otros. Porque los fuertes son fuertes por sí mismos y los débiles sólo lo son unidos.
La sociedad de la envidia. Los españoles llenos de ambición. Moral de voluntad. Moral individualista. Una moral equivocada. Una moral que no refrena el egoísmo de los ambiciosos. Una moral que traslada al derecho el predominio de unos pocos. Que permite el renacimiento de morales ya desterradas. Vuelve la moral de pureza. Vuelve la autoridad moral de la Iglesia. Normal en una sociedad en que cada vez hay mayor diferencia entre ricos y pobres. Normal en una sociedad que de nuevo tiene que lavar muchas conciencias. Normal en una sociedad que de nuevo culpabiliza a los pobres. No triunfan. Tienen vicios. Vota PP-PSOE.

lunes, 28 de enero de 2013

El vigésimo cuarto capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO. LOS MERCADOS
Los mercados. Palabra ominosa. Palabra amenazante. Los nuevos hunos. El coco de los niños convertido en los mercados para los adultos. Los mercados. Seres sin rostro, seres sin nombre. Nadie los conoce. Nadie informa de quienes son. Pero roban, asolan, destruyen, atacan por doquier. Nada les contenta. Son insaciables. Son crueles. No tienen principios, no tienen límites, no tienen forma. O no la tienen para el ciudadano.
Los mercados. Ladrones ocultos. Interés en que no se conozcan sus nombres y apellidos. Sociedad de la información desinformada. Ladrones de guante blanco. Ladrones respetables. Ciudadanos con dos caras. Altruistas y benefactores públicamente. Especuladores y saqueadores privadamente. Ladrones poderosos. Ellos controlan la información. Ellos ocultan sus operaciones mercantiles. Ellos manipulan a la sociedad. Ellos roban a la sociedad. Ellos son los buenos.
De nuevo los ricos como los buenos. La población sin derechos obligada a estar agradecida de que le den un empleo. Obligada a estar agradecida de que le paguen bien por su trabajo. Obligada a estar agradecida de que inviertan en su país. Vivir del favor ajeno y no del derecho propio. Volver a confiar en que los amos sean buenos. El dueño de Mercadona como empresario ejemplar. No tener defensa para el caso contrario. No tener defensa para los potenciales abusos. Los mercados son buenos. Los ajustes son necesarios.
La población. Inerme ante el despojo. Acostumbrada a pensar en grande, ahora tiene que pensar en pequeño. Y no sabe. Ha perdido la desconfianza hacia los de arriba. Creía que éstos iban a respetar el contrato social. Que la riqueza iba a ser repartida. Que la fuerza de trabajo también era valorada. Que la sociedad del bienestar era para siempre. Que las clases medias eran para siempre. La ingenuidad que se paga. Los mercados se la hacen pagar a la población.
La población hispana. Confiando en la solidaridad de sus ricos. Todos remamos en el mismo barco. Evasión de capitales. Paraísos fiscales. Chalaneo con la deuda pública. La única patria actual de los ricos es el dinero. La globalización ha creado una clase de millonarios sin alma. Millonarios sin compromiso social. Al menos antes, cuando había guerras, la aristocracia conservaba la función militar.  Los ricos tenían que jugarse la vida como los demás. Ahora para ellos son sólo ventajas. Dominan la política sin dar nada a cambio. Tienen el poder legal. Imponen la subida del IVA. No la imponen a los productos de lujo.
Solidaridad social. Solidaridad de los ricos entre sí. Para favorecer a los ricos extranjeros se despoja a las clases medias españolas. Pero no a los ricos españoles ¡Qué suerte tienen! ¿Participarán ellos también en el saqueo? No creo. No hay que ser mal pensado. Ellos son patriotas. El gobierno siempre habla de los esfuerzos de España. Y España somos todos. Ricos y pobres. Sólo pasa que unos tienen más suerte que otros.
Los ricos. Los mercados. Hay que tenerlos contentos con recortes. Hay que recuperar su confianza. Hay que alimentar su voracidad. Extraña política de apaciguamiento. Como con Hitler. El mismo éxito. El mismo fracaso. Las lecciones de la historia se olvidan a propósito. Interesado y extraño olvido. Connivencia entre políticos y banqueros. Mutuamente se tapan. La culpa de la crisis, ya se sabe, es de otros. Ayer de los controladores aéreos, ahora de los funcionarios, mañana de los inmigrantes. Para eso controlo la información. Para eso la manipulo. Para eso tengo la complicidad de los tertulianos. Para eso tengo la complicidad de los periodistas. Para esto tengo la complicidad de los políticos.
Los políticos protegiendo a los banqueros. Éstos no protegiendo a los políticos. Éstos caerán a los píes de los caballos. De los mismos caballos a los que intentan conducir a los funcionarios. Los políticos buscan el desprestigio de éstos. Los políticos se equivocan al jugar sucio. La gente también se revolverá contra ellos. Los malos serán ellos. Con el beneplácito de los millonarios. Éstos aún juegan más sucio. ¡Qué más les da a éstos unos culpables que otros!  Lo importante es alimentar la carnaza popular. Las víctimas son indistintas. Los políticos también pagarán su servilismo.
Los mercados azuzando a través de los políticos el miedo a la crisis. El terror al colapso económico favoreciendo los recortes. Un miedo cerval paraliza las conciencias ciudadanas. La población traga con todo. No piensa. Ha perdido el hábito de desconfiar. Cree en la información. Cree en las mentiras. No racionaliza. Piensa que los recortes son justos. No piensa que favorecen a unos pocos. No piensa que perjudican al bien común. Piensa que todos creen en éste. No piensa que los millonarios sólo creen en su dinero. En el modo de incrementarlo. La población no sabe aquello de que el fin justifica los medios. Los mercados sí lo saben.
Los mercados. Los economistas. Nuevos gurús de la realidad social. Nuevos falsos adivinos. Predicciones de recuperación económica que nunca se cumplen. Modelos económicos que conducen a la miseria. Reformas y reformas económicas que no garantizan nada más que el empobrecimiento de la población. Planes de recuperación a nivel nacional a base de aumentar la indigencia a nivel personal. Extraños mecanismos de crecimiento en una sociedad de consumo. El bien común al servicio de unos pocos. Retroceso social sin contrapartidas. Retroceso social sin final.
La democracia como falso poder popular. El pueblo al servicio del enriquecimiento de una minoría. El ciudadano sin futuro votando su propia caída. Volviendo a dejar su destino en manos ajenas. Apoyando su futura marginalidad. Apostando por una sociedad de consumo en que él sea el parado. Apostando a vivir sin dinero en un mundo consumista. Apoyando su propia desgracia. Por confiar en el sistema. Por confiar en el sistema que promete hacerse ricos a los que no van a pasar de pobres.
Yo no quiero vivir en una economía en que el país crezca y yo pierda. Yo no quiero ser un desclasado en mi propia sociedad. Yo no quiero que mi vida la controlen los mercados. Yo quiero trabajar. Y no quiero rebajar mis condiciones de trabajo. Yo quiero vivir bien. Yo no quiero la jornada laboral de las sesenta horas. Yo quiero mis vacaciones pagadas. Yo no quiero asistir a mi retroceso social sin que exista un retroceso económico de los más ricos.
Yo no quiero perder mientras otros ganan. Yo quiero vivir de mis derechos, no de las promesas ajenas ni de la ambición propia. Yo quiero tener unas garantías de bienestar futuro, no una falsa confianza en mi potencial dentro de una sociedad injusta. Yo tengo mi vanidad, pero también mi lucidez. Prefiero no ser pobre que ser rico. Prefiero que mi gobierno meta mano a los mercados que confiar en mi futura condición de hombre hecho a sí mismo. Pertenezco a la clase media. Aún estoy más cercano a pobre que a rico. O así lo veo yo.
Otros no lo ven así. El ser humano es incorregible. El ser hispánico es suicida. Hay elecciones en España. En plena crisis económica. Gana las elecciones el PP. Promete la panacea. Promete la vuelta a la prosperidad. Es tan fácil encontrar la solución a los problemas de España. Los de derechas entendemos de economía. No hay más culpable de la crisis que la mala gestión del gobierno anterior. Los mercados son nuestros amigos. Les daremos confianza. Nos prestarán todo el dinero. Sin pedir nada a cambio. Claro. Es tan fácil de creer.
Discurso electoral para incautos. Los mercados son buenos. Los mercados no son responsables de la crisis. Al contrario. La esperanza nos viene de ellos. La gente vota al Partido Popular. La clase media quiere volver a jugar a ser rica. Mayoría absoluta. Los mercados aún son más amos. Han pasado las elecciones. La gente ha escogido. No escogerá hasta dentro de cuatro años. Hay mucho tiempo para reducir derechos. La mayoría absoluta lo permite. Los recortes se incrementan. Los españoles sorprendidos. Ya no serán ricos. Aún no se lo creen. Aún están perplejos. Aún están reflexionando sobre el sentido de su voto.
Los mercados. Los españoles no sólo no serán ricos, sino que verán su contrario. La clase media se agotará. Volverá la pobreza. Volverá la suciedad. Habíamos hecho una sociedad tan limpia. Volveremos a oler mal. Nos lo merecemos. Los mercados. Rebrotará la delincuencia. Hay que  comer todos los días, por las buenas o por las malas. Renacerá la inseguridad. Afectará a los ciudadanos. Afectará a la calidad de vida. Afectará al turismo. Nada importa. El bien común al servicio de unos pocos. Almunia asesorando a Guindos. Vota PP-PSOE.
El vigésimo tercer capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LAS OBRAS FARAÓNICAS
Soy un gran aficionado al deporte. Este verano son las olimpiadas de Londres. Acaba de salir una noticia económica. El PIB inglés ha caído un 0,7% en el primer semestre de este año olímpico. Recuerdo unas declaraciones recientes de un representante de la candidatura olímpica española. La concesión de las olimpiadas a Madrid contribuirá a la salida de la crisis. Atraerá inversiones. Relanzará la economía. Mejorará el ánimo de los españoles Todo será ventajas. Sin duda. Como con las olimpiadas londinenses.
Recuerdo las olimpiadas anteriores en España. En Barcelona. Múltiples gastos. Agravamiento de una crisis que ya estaba en ciernes. Crisis menor que la actual pero crisis. Las olimpiadas de Barcelona no ayudaron al país. Más bien contribuyeron a lo contrario. Precedentes claros de que en estos eventos hay más gastos que beneficios. No importa. Los políticos lo saben. Las grandes realizaciones dan ganancias. Pero ganancias políticas.
Siempre ha sido. Obsesión antigua de los reyes por la arquitectura. Por construir ciudades. Por construir grandes palacios. Por quedar en el recuerdo de sus súbditos. Porque quede memoria de sí mismos. Los tiempos cambian. Los procedimientos del poder no. La democracia ha llegado. Pero gobiernan personas. Personas que también quieren dejar constancia de su presencia en el poder. Personas que también quieren pasar a la historia.
Las grandes obras. Las obras faraónicas. Obras al servicio de los gobernantes. Obras al servicio de su gloria. Con el consentimiento de los gobernados. Que están orgullosos de ellas. Que las consideran logros colectivos. Logros que reflejan la prosperidad de su país. Y la prosperidad de un país se refleja en el bienestar de sus habitantes, no en las construcciones monumentales. Siguientes olimpiadas. Río de Janeiro. Paraíso de las favelas.
Obras farónicas. En España sabemos mucho de ellas. Sabemos mucho de desvaríos recientes. De AVEs sin pasajeros y aeropuertos sin aviones. De Ciudades de las Artes y las Ciencias. De Terras Míticas. De despilfarros sin cuento. Que ahora pagamos. En plena crisis. Una factura sin responsables. Porque estas obras se hacían por el bien del país. Eran avances necesarios para equipararse con Europa. Para que España por fin entrara en la senda definitiva del progreso. Del progreso de unos pocos.
El AVE. Soy clase media. Trabajo de profesor. No me puedo permitir comprar un billete regular. Menos si viajo con mi familia. Me sale demasiado caro. Extraño tren al servicio de la sociedad. Prohibitivo para el bolsillo de la mayoría de los españoles. Pero pagado por todos ellos. A costa de otros gastos más utiles para ellos. El AVE. Orgullo de la clase política. Muestra de la pujanza de España. Muestra de la modernidad de España.
El AVE y la carrera espacial soviética. Claro paralelismo en el camino a la ruina. Claro paralelismo en la irresponsabilidad política. Gastos monstruosos sin sentido y sin necesidad. Como los de los ciudadanos. Pero con una diferencia. Muy importante. Un particular asume su deuda. Las consecuencias de su mala gestión las paga él. Los créditos impagados los sufre él. El banco le desahucia. El banco le embarga.
Problema de la deuda pública en España El banco también embarga al Estado. Pero embarga a los gobernados, no a los gobernantes. La gente corriente pierde por partida doble. Los políticos eximen su responsabilidad por partida doble. No previnieron a la gente de la futura crisis. Dejaron que se entramparan en créditos. También entramparon al Estado. Ahora buscan soluciones. Soluciones que pasan por ellos. Soluciones que repercuten en otros. Como era de esperar. Es fácil convencer al buen ciudadano español de lo que es conveniente para Hispania a cada momento.
En época de pujanza obras faraónicas. En época de crisis recortes faraónicos. La gloria para los gobernantes. Los sacrificios para los gobernados. La lógica del poder. La lógica de la impunidad. Hubo dinero para aeropuertos sin aviones. No hay dinero para dar cuatrocientos euros de ayuda a parados de larga duración. No hay dinero para que las familias coman. Los políticos sin ver el contrasentido.  Normal. Están acostumbrados a la impunidad de sus actos. Están acostumbrados a la impunidad de sus decisiones.
Impunidad de los políticos. Insensibilidad hacia los ciudadanos. El portavoz del gobierno hablando de que los cuatrocientos euros desactivan la búsqueda de empleo. Como si él pudiera vivir con ese dinero. Como si él no gastara este dinero casi todos los días. Y él también está subsidiado. Subsidiado para servir a los ciudadanos, no para empobrecerlos. Pero les ha perdido el respeto. Les ha engañado ya tantas veces que no puede tener ningún respeto por ellos. Todavía le han elegido hace pocos meses.
Impunidad de los políticos. Consentimiento de los ciudadanos. Ahora éstos se indignan del recorte de gastos básicos. Antes no pusieron freno a gastos superfluos. Se sintieron orgullosos de obras completamente inútiles para ellos. Obras que aumentaban la vanidad de sus políticos. Políticos que se creyeron dioses. Y los dioses no piensan en los seres humanos. Los dioses desprecian a los seres humanos. Los ciudadanos son seres humanos. Los políticos desprecian a los ciudadanos. Ciudadanos que refrendan a sus políticos. Porque vivimos en democracia. Porque nada ha cambiado. Porque nada puede cambiar. Los gobernantes reinando al servicio de su gloria. Los ciudadanos recibiendo los dones de Eurovegas. Vota PP-PSOE.
El siguiente capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LOS AJUSTES
Crisis. Momentos de responsabilidad. Momentos en que el ciudadano tiene que tener altura de miras. Olvidarse de su egoísmo y sacrificarse por su país. Como en una guerra, pero sin guerra. Los más altos sentimientos a escena. El heroísmo al servicio de la economía. Sangre, sudor y lágrimas por el bien del país. El país orgulloso de los esfuerzos de sus ciudadanos. Éstos orgullosos de servir a la patria. Unas penalidades compartidas son el camino de un futuro mejor.
Bonito discurso el del trabajo y el sacrificio. Sirvió para los alemanes y japoneses. Países destruidos tras la Segunda Guerra Mundial convertidos en potencias económicas por la laboriosidad de sus habitantes. Vale y no vale. Los japoneses siguen siendo igual de trabajadores. Pero han dejado de crecer. Ahora ya no vale tan bonito discurso. En economía no sólo cuentan los valores morales. ¿De verdad en España se trabaja menos que en Alemania? No sé, no me lo creo. Volvemos al pasado. Alemania prosperó en gran parte gracias al curro de muchos inmigrantes españoles. Pero el mérito es de los alemanes. Los prejuicios son los prejuicios. El alemán es laborioso. El español es un mangante.
Discurso del sacrificio. Los pobres siempre han trabajado mucho y no han dejado de ser pobres. Es fácil demostrarlo acudiendo a la historia. Siempre ha habido ricos y siempre han tenido valores de desprecio al trabajo. Durante muchos siglos la nobleza y el trabajo manual fueron cuerpos extraños entre sí. Durante muchos siglos otros de condición inferior tuvieron que hacer el trabajo. Otros que eran tratados injustamente. De nuevo se vuelve a tiempos de injusticia y trabajo. Pero con otros valores. Ahora los ricos sí trabajan. Pero ellos ganan mucho. Los pobres siguen trabajando. Y de nuevo vuelven a ganar poco. Fin de las clases medias.
Ajustes. Sacrificio de todos. Discurso retórico. Discurso interesado. En democracia se le dan explicaciones al ciudadano.  Explicaciones macroeconómicas muy razonadas. Con muchos datos y muy convincentes. Fáciles de creer. El español perdido en un mar de estadísticas. El español perdido en un mar de conceptos abstrusos. Nada que ver con la realidad. Unos muy ricos, otros muy pobres. Subidas de impuestos conviviendo con exenciones fiscales. Subida de impuestos indirectos frente a amnistías fiscales. La crisis no llega a todo el mundo. Ni llegará. El pueblo renegará pero otorgará. La clase media es manejable. Está frustrada. Es fácil engañarla. Aún más fácil que cuando vivía en una falsa prosperidad. Antes creía ser rica, ahora ha dejado de serlo. Pero aún aspira a ser rica. Antes era irracional, ahora es más irracional.
El sueño de ser rico. Es un mal sin cura. La clase media no tiene remedio. Cree en los datos económicos. Cree en la condición sagrada de las cifras del déficit. Sus miembros están a favor de los ajustes. Siempre, por supuesto, que los ajustados no sean ellos. Si son otros no hay problema. Estoy a favor de la reducción de los salarios ajenos, estoy a favor de la reducción de las prestaciones ajenas. Así hay menos carga impositiva para mí. O eso creo. Pienso como rico y el Estado me trata como pobre. Sí me sube los impuestos. Ahora es otro el que ríe. De clase media también. Ya le tocará a él su turno. Más arriba están sin vez. Nunca les llega su turno.
Algunos piensan un poco más. Se atreven a criticar las desigualdades. Buscan culpables de la crisis. No hay problema. Los poderosos tienen la respuesta. Control de los medios de comunicación. Siempre se encuentran otros culpables. Hay un gran elenco: inmigrantes, sindicalistas, funcionarios o políticos. Gente que se aprovecha del esfuerzo de los demás. Es tan fácil la manipulación de la clase media. Ésta siempre mira hacia arriba sin crítica. Nunca mira hacia arriba más que para aspirar a ser parte de los ricos. Quien quiere ser privilegiado no puede criticar a otro privilegiado. Es lógico que los ricos no sean los culpables. Es natural que lo sean otros.
Los ajustes. Los mercados. Soy financiero. Vivo cómodo. Me río de la gente. O no me río. Simplemente soy feliz porque todo me va bien. Nadie me pone límites. La sociedad a mi servicio. Peleándose entre ellos. Anulados los políticos. Anulados los sindicatos. El ciudadano a mi merced. El ciudadano soñando en imitarme. El ciudadano causante de su desgracia.
Me he vuelto engreído. Me he vuelto soberbio. Normal. Hago lo que quiero. Doy lecciones de trabajo. Me pongo de modelo. Gozo de impunidad. No soy el problema social. El problema social son otros. Impongo las leyes. Aún tengo lugar para proponer nuevos ajustes. Sería bueno imponer la jornada laboral de las sesenta horas. Sería bueno acabar con las vacaciones pagadas. Son rémoras del pasado. Perjudican la economía. Los políticos dan la cara por mí. A ellos les gusta el poder visible. Yo estoy en la sombra. Manejo los hilos, conduzco a la pobreza a los demás, pero nadie me acusa. La moral me protege. Todos quieren ser ricos, todos son amables conmigo. Ciudadano infeliz, millonario feliz.
Todos quieren ser ricos, todos aceptan los sacrificios pedidos. Nada de revoluciones, nada de nacionalizaciones, nada de persecución de paraísos fiscales, nada de vueltas a imposiciones progresivas, nada de penas más fuertes contra los delitos económicos. La sacrosanta propiedad privada. El respeto a las reglas de los ricos. La extensión del paro, la extensión de los deshaucios, la extensión de la pobreza son males naturales que una sociedad debe aceptar. La injusticia de nuevo convertida en legislación. Pero con una diferencia, los poderosos de antes empleaban la coerción, los poderosos de ahora pueden ser los buenos de la sociedad. Aunque por culpa de ellos los gobiernos ajusten. Aunque por culpa de ellos llegue la miseria. No importa. No tienen mala conciencia. Normal, es el ciudadano quien elige a sus gobernantes. Y elige libremente cada cuatro años. Es democracia. El ciudadano quiere esta sociedad. El ciudadano no quiere poner límites a los poderosos. No puede echar la culpa a nadie. Que  disfrute de su elección. Vota PP-PSOE.

viernes, 25 de enero de 2013

El nuevo capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LOS VIAJES
Los viajes. La necesidad de viajar. Cuanto más lejos mejor. A descubrir nuevos mundos. A encontrarnos con otras culturas. Los viajes. Nuevo fenómeno social. Antes era cosa de ricos. Ahora es cosa de todos. Porque todos somos ricos. O lo parecemos al menos. O lo debemos parecer. Los miembros de la clase media no somos menos que nadie. Los miembros de la clase media imitamos a los ricos. Los miembros de la clase media nos imitamos entre sí. Los miembros de la clase media viajamos mucho.
No me gusta viajar. Lo veo agotador. Cuando tengo vacaciones quiero descansar. También entiendo a quien viaja. Un viaje puede ser excitante. Pero no entiendo que nadie se queje de viajar. Aún me quedan unos días de vacaciones. Al volver me reencontraré con los compañeros de trabajo. Todos intentarán contarme qué lugares han visitado. Todos presumirán de nuevas experiencias. De nuevos descubrimientos. Nadie me hablará del cansancio. Nadie me hablará del overbooking. Nadie me comentará las incomodidades del viaje. Todos estarán satisfechos de sus vacaciones. No puede ser de otro modo.
Los viajes. Hay que marchar cuanto más lejos mejor. A conocer otros continentes. En avión. En barco. La moda de los vuelos baratos. La moda de los cruceros. La moda de los créditos para marchar de vacaciones. Los españoles conocemos Nueva York. Conocemos El Cairo. Conocemos Tokio. No conocemos Cuenca. No conocemos Córdoba. No soy chauvinista. Pero no entiendo viajar para presumir. De visitar Córdoba no se presume. De  visitar Río de Janeiro sí se presume. Sé de lo que hablo. Soy profesor. Quise hacer un viaje de estudios a Portugal. Mis alumnos me quitaron la idea de la cabeza. En Portugal no hay nada que ver. Claro. Sólo hay cosas que ver si se viaja lejos.
Los viajes. Las nuevas mentalidades de la clase media. Las nuevas necesidades de la clase media. Esquiar. Montar a caballo. Ropa de marca. Coches caros. Comida de diseño. Ahora todos somos gourmets. Todos pagamos con gusto por beber vinos caros. A todos nos disgusta un vino corriente. Nos hemos vuelto muy selectos. Ya no somos gente corriente. Somos gente de calidad. La clase media. Sigue abominando de los pijos, pero toda ella es pija ya.
La clase media. Mis amigos jugando al golf. De un tiempo a esta parte. Olvidando sus orígenes. Orígenes obreros. Jugando a sentirse ejecutivos. Claro. Yo juego al golf. Yo tengo clase. Yo tengo categoría. Estatus ficticio. Pero que justifico. Es importante participar de la mentalidad de empresa. Tengo mucha presión en el trabajo. Mi dedicación es máxima. Genero mucho stress. El golf me relaja. No me puedo relajar dando un paseo. Los currantes sintiéndose jefes.
Sé mucho de currantes jugando a ser jefes. Tengo muchos amigos que son ingenieros técnicos. Trabajan a destajo. Cobran una miseria. Pero sus empresas les proporcionan móvil y coche para el ejercicio de su trabajo. Con eso se sienten importantes. Tienen los atributos del poder. Pueden fardar. Pero, ¿de qué? Cobran menos que un peón. Ya. Pero soy el jefe. Tengo la responsabilidad. Tengo subordinados. No tengo un duro. Me tengo que aficionar al golf.
Jugar a ser jefes. La imagen sobredimensionada del ciudadano español. Las bodas. El día en que nos tenemos que sentir príncipes o princesas. Estoy harto de escuchar buenas intenciones de que, cuando me case, mi boda será sencilla. Que no comprometeré a nadie. Luego son todos bodorrios. En los sitios más caros posibles. Generalmente por la Iglesia. Por parte de personas que no la pisaron en años. Pero los españoles quieren presumir de boda. Sentirse importantes. Las bodas por la Iglesia dan lustre y esplendor. La clase media. La triste clase media. Vanidad de vanidades.
Los viajes. El golf. Las bodas. Un largo etcétera. Basta con que todos miremos un poco la frivolidad en la que vivimos. La cantidad de necesidades artificiales que nos hemos ido creando por sentirnos ricos. Necesidades que estarían bien si de verdad tuviéramos dinero. Si tuviéramos la seguridad de tener dinero en el futuro. Pero la clase media nos hemos quedado en el presente. Hemos bajado la guardia por vivir en una plenitud falsa. Hemos identificado nuestros intereses con los de aquellos que sólo tienen interés en nuestro empobrecimiento. Nos hemos confundido de amigos. Eran amigos fascinantes sí. Amigos a los que prestaba imitar. Pero malos amigos. De los que nos teníamos que haber distanciado. De los que nos teníamos que haber diferenciado.
La clase media. Sus nuevas necesidades. Ilusa clase media. Sin haber terminado su ascenso ya está comenzando su descenso. Más dura será la caída. Palabras sabias. Que como todas las palabras sabias no van a ser escuchadas. Rápidamente los españoles pasarán de viajar al extranjero a volver a pasar las vacaciones en el pueblo. Si tienen suerte. Si tienen la suerte de trabajar. Si tienen la suerte de tener un trabajo que aún respete las vacaciones. Antes de que se supriman las vacaciones pagadas. Los españoles. Sentirnos ricos caminando hacia pobres. Sinsentido completo. Sinsentido terrible.
Los españoles. Antes de empobrecernos viajemos por el mundo. Por todo el mundo. Sintámonos reconfortados con la miseria ajena. Sintámonos ricos por última vez. Descubramos lo que nos espera. Descubramos la desigualdad. Descubramos la injusticia. La injusticia que estamos fomentando con nuestra vanidad. Aceptando el overbooking. Aceptando que las compañías aéreas nos tomen el pelo. Mis alumnos soñando con un futuro de viajes. Imaginándose el futuro viajando. Pobres. Mejor se imaginaban un futuro de buenos trabajos. Aunque no viajaran tanto. Vota PP-PSOE.
El vigésimo capítulo es:


El INFRAHOMBRE HISPÁNICO: EL VOTO
El voto. Costó mucho que el pueblo eligiera sus gobiernos. Costó mucho que las élites compartieran el poder político. Tradicional desconfianza hacia los de abajo. Tradicional defensa de sus intereses. Intereses creados. El pueblo no está preparado. Caerá en manos de demagogos. Fin del orden social. El poder en manos del pueblo engendra el caos. No ha sido así. El pueblo también quiere orden. Pero no sólo orden. Orden más justicia. Lo tuvo claro muchos años. Protestó. Se rebeló. La democracia se perfeccionó. La democracia se consolidó. Hoy el pueblo olvida la política. El pueblo olvida sus conquistas. Las masas han dejado de ser masas. También ellas se creen élite. Votan sólo por mantener el orden social. Ya no votan por afán de justicia.
El individualismo ha aterrizado en la sociedad. El individuo goza de su libertad. El individuo olvida la lucha política. Olvida la lucha tradicional. Tiene nuevas causas. El individuo es ecologista. El individuo es pacifista. El individuo lucha contra la discriminación sexual. Grandes causas sin duda. El individuo olvida la lucha política. El individuo deja su destino en manos de la economía. Visión del Estado como un agente económico. Visión del Estado como una empresa. Visión eficiente. Evitar gastos superfluos. Evitar despilfarros en servicios sociales. Pérdida del Estado de bienestar. Degradación de la democracia.
El individuo se ha vuelto conservador. Cree que el nuevo orden económico le hará rico. Cree en una prosperidad sin límites. Parcela la realidad. Ve sólo lo que quiere ver. Escucha sólo lo que quiere oír. Vota en consecuencia. No piensa en las consecuencias. Prefiere creer. La economía solucionará sus problemas. Él será parte del éxito colectivo. Los políticos como gestores de la economía. Los ciudadanos como beneficiarios de un maná sin límites. Bajada de impuestos. El consumo fácil. El crédito fácil. La crisis. La otra cara de la realidad.
Voto conservador. Voto para asegurar mi éxito. Voto individualista, no voto social. Votar a partidos con los que yo no gano nada y otros pierden. España. Veinte años de retrocesos salariales y sociales. Veinte años de pérdidas de derechos. Sucesivas reformas laborales. Siempre a peor. Mercado dual de trabajo. Unos pierden, otros se mantienen. Nadie gana. Extraña sensibilidad. Clase media siempre perdiendo. El ciudadano creyendo ser rico. Hasta que le llega su turno. Hasta que el retroceso social le llega a él. Hasta que el sueño capitalista le engulle.
El ciudadano debiendo ejercer su derecho a voto. De otro modo. Aprendiendo de nuevo a votar. Votando con humanidad. Votando con inteligencia. No pensando sólo en uno mismo. Pensando en leyes justas. Pensando en los más pobres. Pensando en un futuro estado de dependencia. Pensando en una enfermedad. Pensando en el paro. Pensando en el fracaso. Pensando en el lado malo de la realidad. No sólo en el bueno. Pensando que puedo ser una víctima de una sociedad injusta. Pensando que puedo estar indefenso en gobiernos elegidos por mis vecinos. En gobiernos elegidos por la mayoría.  Por una mayoría que son ricos. Por una mayoría que pueden volver a pobres. Por una mayoría que no piensa. Por una mayoría que no controla su voto.
Nada de votos en blanco. Nada de inventos extraños. Votar con conciencia. Votar a quien pueda hacer leyes. Leyes justas. Reprobar a quien haga leyes injustas. Votar a gobiernos que representen al pueblo. Castigar electoralmente a gobiernos que no representen al pueblo. No creen en las palabras de los políticos. Creer en los hechos. Valorar mi nivel de vida. Valorar el nivel de vida de mis vecinos. No creer en la macroeconomía. Ser individuo racional, no individuo irracional. Vivir en la realidad, no vivir en la imaginación.
El voto. Decisión importante. Decisión trascendente. Los votantes eligen a sus gobiernos. Éstos los forman personas. Personas egoístas. Personas que acumulan mucho poder. Personas que se relacionan con otras personas que gobiernan en la sombra porque tienen mucho dinero. Otras personas que tratarán de reforzar su predominio social. Otras personas que tratarán de hacer leyes injustas. Otras personas que tienen mucha influencia en los políticos. El voto. Evitar connivencias. Castigar a los políticos. Hacer que no olviden el origen de su poder. El pueblo dando y retirando poder.
El voto de los españoles. Ejemplo de voto ciego. Ejemplo de voto que refuerza poderes fácticos. Votantes fieles. Los políticos convertidos en una casta. Una casta instalada firmemente en el poder. Una casta que ha olvidado su origen. Una casta que se alía a otra casta. La casta financiera. Una casta que legisla a su conveniencia. Aumento de las desigualdades. Incremento de la riqueza. Para unos pocos. Incremento de la pobreza. Para unos muchos. Fracaso de la democracia. Fracaso de los votantes.
El voto de los españoles. Voto sectario. Un ejemplo a nivel local. En mi lugar de origen. En Mieres. Fue hace unos años. Un candidato a la alcaldía por parte del PSOE. Vamos a llamarlo L. M. Uno de los hombres menos queridos de Mieres. Yo no lo conocía. Lo conocí en los días previos a las votaciones. Mi familia es socialista. Muchos de mis amigos son socialistas. Todos hablaban de él. Todos me hablaban mal de él. No le querían.
Yo no entendía cómo L. M. había sido el elegido por el PSOE. Incomprensible decisión política si el partido socialista quería ganar las elecciones. Se elige como candidato a alguien estimado por el pueblo, no a alguien impopular entre el pueblo. No hay nada que entender. Llega el día de las elecciones. Mieres, ciudad minera, tradición de izquierdas. El PSOE gana las elecciones. L. M es elegido alcalde. Voluntad popular. Patente de corso para los políticos. Autismo político. Triunfo político.
El voto de los españoles. El voto útil. Perniciosa expresión. Dañina para la democracia. Los políticos convertidos en casta. Los políticos acomodados. Los políticos acostumbrados a ser refrendados por el pueblo. El bipartidismo como expresión de la derecha y de la izquierda. Expresiones vacías para votos cautivos. Llega la crisis. No hay respuesta del pueblo. Nuevas votaciones. Respuesta equivocada del pueblo. Se refuerzan los poderes fácticos. Se refuerzan las leyes injustas. Se refuerza la creencia en la bondad de la economía. El español abandonado a su suerte. El español cavando su fosa. La pobreza acechando.
Incremento de la pobreza. Fracaso de la política. Protestas violentas de los mineros. Nuevo nudo gordiano. La pobreza legitima la violencia social. La democracia ilegitima la violencia social. La democracia con violencia es un enigma incomprensible. Es difícil de entender cómo se puede convertir a la democracia en un sistema injusto. Es difícil de entender como la democracia puede engendrar pobreza. Es más difícil de entender en sociedad ricas. Es más difícil de entender en sociedades donde se habían generado clases medias. Los nuevos ricos españoles tienen la culpa. Es difícil no enfadarse con la estupidez hispana.
El voto. La democracia. El retroceso social de España. El retroceso viene de la mano de Europa.  La Europa mítica del bienestar ¿Qué bienestar? El de los europeos o sólo el de algunos europeos. ¿Bienestar por países o por clases sociales? ¿Europa de dos velocidades o Europa de ricos o pobres? Un español de clase media no entra en ninguna de las categorías del bienestar futuro. Los españoles votan a partidos europeístas. Los españoles votan su empobrecimiento. Los españoles no entienden nada. ¿Qué piensan los españoles cuando votan? ¿O cuando no votan? Triunfo de la voluntad popular. Vota PP-PSOE.
El siguiente capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: EL PEQUEÑO COMERCIO
Mito del emprendedor. Es fácil ser empresario de éxito. Hay que tener la idea correcta y perseverar. Crisis del pequeño comercio. Es difícil ser empresario de éxito. El consumo decae y la competencia es mucha. Prevalece la visión primera. La imaginación es más hermosa que la realidad. Todos van para atrás, menos mi empresa que irá para adelante. La locura es contagiosa. Me identifico con el grande sin serlo. Yo también soy empresario. Yo también seré empresario de éxito. Yo también seré rico.
Visión empresarial contemporánea. Concepción piramidal de la sociedad. Vuelta a conceptualizaciones antiguas. Mentalidad pequeñoburguesa. Miedo al desclasamiento. Miedo a la identificación con el trabajador. Miedo a la proletarización. Pero ahora no por temor a la pobreza. Ahora por la confianza en uno mismo. Ahora por el ansia de ser rico. Ahora por creer en el sueño capitalista. Sueño al alcance de todos. De todos los emprendedores.
Visión empresarial. Visión clasista. El pequeño empresario es clase media emprendedora. Clase media que sueña con ser rica. Está en guerra con el trabajador. Porque sus intereses son opuestos. Cierto hasta cierto punto. No cierto del todo. Es empresario, sí. No es trabajador, sí. Le interesa la contratación barata, si. Le interesan menos impuestos, sí. Pero le interesa que el trabajador gaste: es su cliente. No debe olvidarlo. Debe saber diferenciarse del resto del empresariado. Hay empresas grandes y hay empresas pequeñas. Si quiere beneficios le interesa que los beneficios de las grandes empresas lleguen a los trabajadores. Son sus clientes. Son sus mejores clientes. A veces son sus únicos clientes.
El pequeño empresario necesita ingresos. Necesita de los ingresos del trabajador. Necesita del consumo de éste. Extraña guerra entre socios. Extrañas alianzas con el enemigo. Extrañas traiciones entre la clase media. Por parte y parte. Leyes liberalizadoras. Fuga de clientes hacia las grandes superficies. Precios más baratos. El cliente anda con lo justo. El pequeño comercio no puede competir. Los peces grandes se comen a  los chicos.
El pequeño empresario quiere enriquecerse. El trabajador no quiere empobrecerse. El beneficio del primero está en el sobrante del segundo. Tiene una empresa que debería querer que al cliente le vaya bien. No ocurre así. Son complementarios y, sin embargo, están en guerra. Error mutuo. Todos apoyan al enemigo. Todos apoyan al grande. Éste gana. Baja salarios y cierra la competencia. El trabajador también se cree listo. Echa cuentas falsas. Acude a los supermercados. Busca precios baratos que favorecen al poderoso. Menor competencia mercantil. Perjuicio a largo plazo. Los ricos siempre teniendo la sartén por el mango.
El pequeño empresario olvida que aún no es rico. Olvida que él se identifica con el rico, pero que el rico no se identifica con él. Liberalización del comercio. Las grandes superficies ganan. Los chinos ganan. Autoexplotación para competir. Voto conservador. Confianza en que las leyes contra los trabajadores me favorezcan. Leyes a favor de la empresa. Si. A favor de la gran empresa. Siempre es bueno saber en qué lugar de la sociedad se está. Siempre es bueno no votar por razones jerárquicas. Quiero ser más que el trabajador. Lo consigo. Cierro el negocio. Todos al paro. Voy a compartir su pobreza.
Mundo de locos. Todos soñando con ser ricos. Todos seremos emprendedores. Todos seremos empresarios. Nadie será trabajador. Lógica pura. ¿Para qué defender derechos laborales si voy a ser rico? ¿Y si me fracasa la empresa? No pienso en ello. Nadie piensa en ello. Nadie piensa en el valor de un buen trabajo. Es una alternativa indeseada. Propia de mediocres. No me satisface. Yo pienso en grande. No pienso en leyes justas. No pienso en beneficios seguros. Prefiero leyes injustas. Prefiero soñar en grandes beneficios. No quiero límites. Echo el cierre. Paso a ser explotado.
He montado una empresa. Quiero hacerme rico. Propósito loable. Nada que criticar. Pero con inteligencia. Si el cliente tiene dinero, haré dinero. Si no lo tiene me mataré a trabajar para sobrevivir. No hay que pensar con el culo. No hay que pensar en modo jerárquico. Yo tengo que ser el jefe. Los trabajadores deben vivir peor que yo. Por ley. Apoyo políticas agresivas contra los trabajadores. Voto a quienes las promueven. Envidio su bienestar. Aunque me beneficie de él. Aunque me gasten en mi comercio. Aunque yo pueda volver a ser uno de ellos en el futuro. Nivelación hacia abajo. La clase media pierde.
Desprecio al currante. No tiene espíritu de empresa. No tiene iniciativa. No genera riqueza como yo. Sólo sabe reclamar y plantear problemas. Sólo quiere ventajas a mi costa. Los sindicatos son una mierda. El currante es un parásito. Posiblemente, pero un parásito que consume. Hay otros parásitos más importantes. Un banco es otro parásito. Que drena hacia sí la riqueza. Al que ayuda el Estado. El banco es una empresa que no quiebra. Una empresa que se aprovechan de las quiebras de otras empresas. Pero yo me identifico con el gran empresario. Algún día seré como él.
Falsa percepción de la realidad. Para crecer tengo que competir. Si yo valgo saldré adelante. La competencia es el reino de los fuertes y yo lo soy. Si fracaso lo volveré a intentar. Irracionalidad pura. No hay análisis de la realidad. Creo castillos en el aire. Me convierto en mero aventurero. Fracaso. Me arruino. Despecho hacia el trabajador que vive bien, ¿cómo es posible? Si él no ha luchado tanto como yo. No me merezco mi mala suerte. El mundo es injusto. La sociedad es injusta. No puedo hacerme rico. Pues que el trabajador pierda también.
Sueños desaforados. Quiero hacerme rico. Quiero la pobreza del trabajador. No sé lo que quiero. Monto un negocio y quiero que esté lleno de clientes. De clientes empobrecidos. Algo falla. Un rico nunca irá a un hotel de tres estrellas. Irá alguien de la clase media. Apoyo la destrucción de ésta. Ésta me rehúye. Fuga de clientes hacia las grandes superficies. Liberalización del comercio. Aplauso del cliente. Ahora es éste el traidor. Traición por traición. Traición igualmente.
Mentalidad de pequeño empresario. Mentalidad pequeñita. Nada nuevo bajo el sol. Clase media insolidaria. Siempre cree ganar cuando pierde. Juega a ser rica. Juega a pasarse de lista. Otro ejemplo. Invierte en la bolsa. Crisis de Bankia. Ruina de los pequeños accionistas. No aprende. Sigue en guerra consigo misma. El trabajador ama las grandes superficies. El pequeño empresario se identifica con el grande. Los de arriba aplauden. Pueden hacer las leyes a su gusto. A gusto de todos. Subida del IVA. No afecta a los productos de lujo. Vota PP-PSOE.
Un nuevo capítulo es el siguiente:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA PRECARIEDAD LABORAL
Tuve un padre. Ya murió. Era buena persona. Como casi todas. Era un buen trabajador. Trabajó más de treinta años en la misma oficina. Se desvivía por ella. Se jubiló. Recibió un homenaje de sus jefes. Fidelidad absoluta a la empresa. Reciprocidad de trato. Modelo japonés. Estaba bien pagado. Estaba bien tratado.
Tuve un padre. Se responsabilizaba del trabajo. No hacía falta mandarle horas extras. No todos los españoles somos unos pícaros. Algunos sí, la mayoría no. Los trabajadores tienen valores. Son personas. Tienen alma. Pueden hacer de la empresa algo suyo. Pueden querer al trabajo. Éste puede aportar dignidad. Mi padre trabajó en una notaría. Mi padre estaba orgulloso de haber trabajado en una notaría. Y no era notario.
Mi padre ya murió. Llegaron nuevos tiempos. Llegaron nuevos conceptos. Llegó la flexibilidad laboral. Llegó la productividad. Mi padre no hubiera recibido un homenaje. Mi padre hubiera sido despedido. Como tantos. Los jóvenes arrinconan a los viejos. Es ley de vida. Hay valores nuevos. Competitividad. Sagrada palabra. No respeta la edad. No respeta la fidelidad. Convierte al trabajador en un objeto. Convierte a la persona en inservible.
Nuevos tiempos. Nuevos trabajos. Trabajos precarios. Trabajos sin dignidad. Jefes indignos. Promesas incumplidas. Rebajas de sueldo. Zancadillas al compañero. Juego sucio. Mezquindad. Competitividad en estado puro. Juego de supervivencia entre trabajadores. El paro acecha. Las leyes desprotegen.
Mi padre. El pasado. Un modelo de persona desaparecido. Un modelo de persona incomprensible en la actualidad. Ya nadie se realiza a través del trabajo. Fin de los buenos trabajos. Fin de los trabajadores contentos. Fin de la dignidad profesional. Algún día el trabajador reconocerá su caída. Perderá la esperanza. Dejará de creer en sí mismo. Sabrá que nada le salva. Que ser mejor que el compañero no aporta seguridad. Que nada evita el despido. Que el trabajo envilece. Algún día faltará la motivación. Y volverá la picaresca.
Volverá la picaresca. Y volverán los desprecios. Volverán las humillaciones. El jefe haciendo reproches. El trabajador inerme. No le queda autoestima. Les gustaría hacer las cosas bien. Pero no le preocupa. No se aprecia su trabajo. Y el jefe no puede estar en todas partes. Sabrá engañarle. Sabrá disimular. Es cuestión de experiencia. Las trampas se aprenden. El trabajo bien hecho debe ser bien pagado.
La picaresca. Tendencia natural del trabajador al placer. Tendencia del trabajador a evitar el trabajo. Tendencia humana. Otra tendencia humana. Tendencia natural del jefe a la codicia. A la explotación del trabajador. Necesidad de equilibrio entre dos tendencias destructivas. Trabajadores divididos. Ruptura del equilibrio. Ganan los jefes.
El jefe haciendo reproches. Con razón y sin razón. El trabajador degradado. Dependiendo de otro ser humano. Arbitrario como somos todos. El trabajador sin atreverse a abrir la boca. El jefe crecido. Es muy placentero sentir el miedo ajeno. Sentir una atención excesiva sobre mí. Sentir mi influencia sobre los demás. Es muy goloso el poder. Los políticos lo saben. Los empresarios lo sabían. Se les pusieron límites: se crearon derechos laborales y sociales. Ahora estos límites desaparecen. Vuelve la impunidad. Volverá un nuevo feudalismo. Derecho de pernada. Mi secretaria está muy buena. Le haré bromas obscenas. Tendrá que soportarme. Para qué gastar en putas si ya tengo subordinadas. Vuelve la Lewinsky a gran escala. Strauss-Kahn y Berlusconi marcan el camino.
Precariedad laboral. El español engañado. Cree en sí mismo. Cree que su explotación será un estado pasajero. El éxito cuesta. Hay que recorrer un largo camino hasta llegar a él. Hay que demostrar que se vale. Precariedad. Camino hacia atrás, no hacia adelante. Esclavitud moderna. No hay libertad sin autonomía económica. Principio sencillo que se olvida. Libertad teórica, esclavitud real. No hay elección. No hay buenos trabajos. O trabajas o al paro. Ninguna de las elecciones es afortunada. No hay libertad.
Precariedad. El caso español. Un país que creció con un modelo de bajos salarios tiene que bajar salarios para salir de la crisis. Ésta se soluciona degradando aún más las condiciones de trabajo. Claro. Los españoles vivimos en el pasado por encima de nuestras posibilidades. Claro. Todo mentiras. España va bien. España no va tan bien. Los de abajo siempre pierden. Prioridad política: lucha contra la inflación. Los de abajo siempre pierden. Los políticos luchando contra el paro a costa de los trabajadores. Hay que degradar al trabajador para que le contrate el empresario. Sociedad de las estadísticas. Lucha contra el paro, no por el empleo.
Precariedad laboral. Empiezan las apreturas. Los españoles viviendo al límite. No teniendo para imprevistos. No teniendo ni para cambiar las ruedas del coche. Asumiendo riesgos. Los políticos lanzando mensajes optimistas. Viviendo al margen de la sociedad. Como la parte de la sociedad aún sin precarizar. A la que también le llegará su turno. La crisis continúa. La crisis va para largo. La precariedad va para largo. Para mucho más largo. Vota PP-PSOE.