Vota PP-PSOE

viernes, 4 de enero de 2013

El séptimo capítulo es el siguiente:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LOS FUNCIONARIOS
Año 2012. Cuarto año de crisis. Existe en Hispania una categoría social especialmente vilipendiada por la sociedad. Tiene un nombre. Son los funcionarios. Se han convertido en el problema económico por excelencia. España no se recupera por culpa del exceso de servidores públicos. España es un país de pícaros. El funcionario es el pícaro máximo. Los españoles no pueden sostener a tantos vividores. El gobierno debe tomar medidas. El gobierno las está tomando.
El gobierno acosando a los funcionarios. Los funcionarios sin entender nada. Se habían olvidado lo vulnerables que son. Se creían parte del Estado. Se creían parte del poder. Pero el poder son otros. Y estos otros no quieren que se les culpabilice. Hay que encontrar otros culpables. Para eso están los funcionarios. Tienen seguridad económica en época de inseguridades. Es bastante para ser envidiados. Es bastante para ser culpabilizados.
Fácil culpabilización de los funcionarios. Masa amorfa que no sabe defenderse. Masa amorfa sobre la que ya hay muchos prejuicios hechos. La mitad del trabajo ya está hecho. La otra mitad es fácil hacerla. No va a haber oposición. Los funcionarios aceptarán su sino. Aceptarán con facilidad su condena social. Porque no se la acaban de creer. Porque creen que por sus estudios son respetados. Porque creen que la seguridad económica les da un rango social superior. Son unos infelices. Se sienten élite. No saben comprender lo que se les viene encima.
Soy funcionario. Estudié años para serlo. Competí por un puesto fijo. Lo conseguí. Al principio sólo quería un bienestar. Sólo quería una seguridad económica. Sólo quería no ser pobre en una sociedad rica. Con la seguridad económica olvidé mi condición social. Me empecé a creer más de lo que soy. Me dormí en los laureles. De verdad me creí que soy un privilegiado. Olvidé la diferencia con los privilegiados de verdad.
Soy funcionario. Me siento un privilegiado. Tengo nómina fija. Mi banco me ofrece créditos. ¡Qué suerte! El mismo banco que aboga por reducir el déficit público. El mismo banco que aboga por bajarme el salario. Protegiendo su inversión en deuda pública. Ésta es mejor negocio que yo. Es mejor negocio que los funcionarios. Los privilegiados de verdad traicionando a los aparentes privilegiados.
Funcionarios. Pobrecitos. Se creen élite. Yo no soy un trabajador normal. Yo no necesito hacer huelgas. Yo me he asegurado un futuro. Soy de los de arriba. Soy del grupo bueno. Defiendo el orden social. Pues no. Los recortes llegan a mansalva. Llegan también las lamentaciones. Se quedan en eso. Infierno de cobardes. Los fijos ven rebajado el sueldo. Los interinos van a la calle.
Los funcionarios. Compitieron por un puesto. Se creyeron seguros. Olvidaron la lucha social. Olvidaron su condición de trabajador. Unieron al individualismo social el individualismo del opositor. Son muchos. No son nada. Porque no saben estar unidos. No saben de su fuerza. No la utilizan.
Funcionarios. Jugando a presumir de un estatus que no tienen. Trabajadores públicos llevando a sus hijos a colegios privados. ¡Qué triste! Imitación del poderoso. Imitación del mismo poderoso que te desprecia. Que se ríe de tus torpes intentos de ser como él. Que se aprovecha de que vivas de lo público y reniegues de ello. Que te recorta porque el primero que te recortas eres tú mismo.
Resentimiento social hacia el empleado público. Los funcionarios se lo tienen merecido. Pero no por sus privilegios, sino por ser tan tontos. No tanto por su supuesta o no supuesta picaresca, como por su desunión. Hasta tiran piedras contra su propio tejado. Algunos se creen ejemplares. Creen que el problema del funcionariado es que no todos son tan buenos profesionales como ellos. Hablan mal de los compañeros. Dan lecciones de eficiencia. Luego son los más aprovechados. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
Resentimiento social. Extendido a toda la sociedad. Extraño virus de virulencia extrema. Los españoles jugando a nazis con los funcionarios. Manifestaciones de odio sorprendentes. Un ejemplo. Tengo muchos amigos del sector privado con familiares que trabajan de funcionarios. Casi sin excepción aprueban las bajadas de sueldo a sus familiares. Porque ya era hora de acabar con el despilfarro público. Rara forma de defender a su familia. Eso sí, sus familiares son la excepción que confirma la regla. Sus familiares son trabajadores competentes. Pobres inocentes. ¡Qué pena da que paguen justos por pecadores! A los justos siempre los conocemos. A los pecadores siempre los desconocemos.
Los funcionarios como otro exponente más de la gilipollez social. Buscando la salvación individual cuando la sociedad ya te ha condenado. Creyendo que la sociedad va a percibir el mérito individual dentro del demérito colectivo. Entremedias no defiendo mis derechos. Dejo que me los quiten. Porque tengo que asumir los valores de la sociedad. Aunque estos valores sean prejuicios en mi contra. Prejuicios de los que no me entero. De los que no me quiero enterar. Porque yo sí soy cumplidor. Conmigo los recortes sí son injustos. Con los demás seguro que no. Si yo te contara lo aplicado que soy. No tengo nada que reprocharme. Hasta he votado al PP para que arregle las cosas. Vota PP-PSOE.

jueves, 3 de enero de 2013

El siguiente capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA IGLESIA
Aún quedan algunos curas con conciencia dentro de la Iglesia. Los más viejos generalmente. Que se van muriendo. El resto ha vuelto a sus ocupaciones pastorales. A sus obligaciones tradicionales. Lavar la conciencia de los ricos. Resignar a su suerte al resto. Los curas más viejos vivieron un tiempo en que la Iglesia combatió la injusticia. Ahora el capitalismo ha triunfado. La injusticia va a desaparecer del mundo. Todos seremos ricos, aunque sea de espíritu. La Iglesia puede volver a ocuparse del pecado. La Iglesia puede volver a ocuparse de salvar almas.
La Iglesia volviendo a su papel tradicional. Intentando avergonzar a los ricos de no ser un poco más pobres. Como si a los ricos les importara que les riñeran. Les resbalan los sermones. Les importa el perdón de sus pecados. Y aquí la Iglesia es complaciente. Pide buenas obras. Y los ricos se cobran tanto por adelantado que siempre les queda algo para devolver. Y pasan de ser los malos a ser los buenos. A ser ejemplo de la sociedad. A hacer obras de caridad. A preocuparse por el prójimo. Después, claro, de llenar primero los bolsillos propios. Con la Iglesia están cómodos, los que pierden son los malos y los que ganan son los buenos. Lógico y justo. Moral cristiana.
Moral cristiana. Moral necesaria. Soy la Iglesia. Tengo una moral completa y acabada. Muy útil en épocas de crisis de valores. Consumismo por doquier. Competencia salvaje entre individuos. El individualismo como norma de progreso social. Fin de la moral cívica. Fin de la moral solidaria. Se necesita otra moral. Soy la Iglesia. Tengo una. Y funciona. Lleva funcionando muchos años. Lleva funcionando muchos siglos.
La moral cristiana de nuevo a escena. De nuevo demandada por la población. El ciudadano se ha embrutecido. Ha dejado de ser persona. Quiere volver a serlo. Quiere volver a tener conciencia. La Iglesia vuelve a ser indispensable. Vela por la moral. Tranquiliza el espíritu de los ricos. Cala entre los aspirantes a ricos. De nuevo los seres hispánicos preferimos ser puros antes que justos. De nuevo el mensaje evangélico se impone. De nuevo la Iglesia impone sus tesis. El aborto vuelve a ser un asesinato. La mujer vuelve a ser madre. O puta. O asesina. La Iglesia triunfa. La pureza vuelve a la sociedad. La armonía celestial se instaura de nuevo entre los hombres. No tanto entre las mujeres. No tanto entre los homosexuales. La modernidad cristiana no llega a tanto.
El aborto como asesinato. La moral cristiana convertida en moral progresista. El aborto convertido en un asesinato por la defensa del derecho a la vida. Tiempos de moral cambiante. Tiempos de inversiones conceptuales. Los pobres rescatando a los bancos. Por solidaridad con los ricos. Solidaridad hacia arriba. Yo pensaba que la solidaridad era hacia abajo. Estaba equivocado. Pensaba también que la definición de vida tenía criterios científicos. También estaba equivocado. La verdad vuelve a ser patrimonio eclesiástico.
Ruíz Gallardón. Ministro español de justicia. Muy católico él. Rechazando el aborto aunque haya malformaciones en el feto. Mientras hacía esta indecente proposición, atraco a mano armada a su hijo en Brasil. Matan a su amigo. Él sale ileso. Ojalá hubiera quedado parapléjico. Quien pide el sufrimiento de los demás, debería tenerlo en su casa. Yo no soy cristiano. Yo no soy buena persona. Yo no perdono. El aborto. Insensibilidad de los ricos hacia los pobres. Ellos nos gobiernan. La Iglesia los avala.
Moral cristiana. Defensora de la familia. También yo adoro a mi familia. Pero me preocupa ver a mis familiares sin trabajo. Me preocupa que los niños de mi familia no tengan futuro. Moral cristiana. Defensa de la familia sin criticar al capitalismo. Explotación laboral. Jornadas de trabajo maratonianas. Crianza de los hijos sin la presencia de los padres. Difícil encaje de bolillos. La Iglesia lo hace. Han dejado de ser su problema los asuntos sociales. Ella predica valores absolutos. Los pobres deben ganarse el cielo. Dignidad espiritual y no dignidad material. De nuevo la recompensa en el más allá como respuesta al sacrificio social.
Soy la Iglesia. Institución democrática por excelencia. Visión jerárquica de la sociedad. Lecciones de moral sin sensibilidad. Visión absoluta de la realidad. Yo desde mi pedestal dicto lecciones. Gracias a ello vivo bien. Quien las recibe vive mal. Curioso criterio moral. No predico con el ejemplo. No importa. Estoy acostumbrado a la hipocresía. Es parte de la marca Iglesia. Como la crisis es parte de la marca España. Ahora están unidas las dos. Y para mucho tiempo. La Iglesia ha vuelto con fuerza. Vuelve a ser parte del paisaje hispánico.
La Iglesia. Tengo mucho poder. Mucho más poder de lo que el ciudadano piensa. Lo demuestro. Controlo la educación. La controlo cada día más. El Estado financia mis colegios. Caso único en el mundo. Regalo de un gobierno socialista. El poder eclesiástico nutriéndose del pensamiento laico. España es diferente. Llega la crisis. Pero no para mí. La educación concertada se refuerza. La educación pública se recorta. Efectos curiosos de la crisis. La Iglesia sale triunfante. Empobrecimiento de la sociedad. La Iglesia está cómoda. Ella siempre se ha servido de los pobres. Pronto se recuperarán las vocaciones. Es cuestión de tiempo. Los pobres prefieren comer. Aunque sea ejerciendo de sacerdotes.
La Iglesia. Superviviente nata. Pasó malos tiempos. Esperando su oportunidad. Supo sobrevivir al cambio de valores. Supo sobrevivir a las mentalidades ateas. Mantuvo sus dogmas. Ahora vuelven triunfantes. Interesa a los ricos. Éstos odian las morales sociales. Prefieren las morales tradicionales. Donde los ricos son los buenos no pagando impuestos. Donde los ricos son los buenos explotando a los trabajadores. Donde los ricos son los buenos enriqueciéndose sin medida. Donde los pobres son los malos si no aceptan su suerte. La Iglesia de nuevo a escena. España ha vuelto a ser la de siempre. Con democracia o sin ella. Vota PP-PSOE.

miércoles, 2 de enero de 2013

El quinto capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA JUVENTUD
Época de crisis. Ningún futuro para los jóvenes. Ellos no parecen enterarse. Generación perdida. Una expresión que no va con ellos. El índice de paro juvenil más alto de Europa. No les interesa. No son grupo, son individuos que sueñan. Entender la realidad no es parte importante de su vida. Han sido mimados, creen que serán mimados en el futuro. Su horizonte son sus viajes, sus estudios y sus ambiciones. Necesidades artificiales por doquier. Alguien las paga. Ellos no. Ese alguien morirá, los jóvenes no son conscientes de ello. Ese alguien no tendrá sustituto.
La pasividad social de los jóvenes. Una actitud difícil de explicar. Hagamos un intento. Hubo un tiempo en que las universidades eran un foco de agitación. Ese tiempo ya está muy lejano. Los jóvenes gastan sus energías en otros empeños. ¿Para qué la lucha social? Ellos viven en una sociedad rica y son más capaces que sus padres y abuelos. Si éstos vivieron bien, ellos vivirán mejor. Seguro. No puede ser de otro modo. Las sociedades nunca van para atrás. La historia no es circular.
El mundo juvenil. El mundo de la competitividad ciega. Sólo los mejores son apreciados. Hay que superar al vecino a toda costa. Sólo importa la nota. Debo coleccionar carreras. Compito, debo ser el mejor, luego no reconozco el mérito ajeno. Le privo de humanidad, me privo de humanidad. Debo superarlo, debo superarme.
Tengo que ser el mejor. Otro tiene que ser peor. Otro que también se cree mejor. Otro al que criticaré, otro que me criticará. Competencia sin nobleza. Pérdida de sensibilidad. El esfuerzo no cuenta, el trabajo no cuenta. El resultado sí cuenta. No hay objetividad. Valoración a posteriori. En función del éxito alcanzado. Quien fracasa no tiene mérito. Quien fracasa no tiene derechos. No hay lugar en el mundo juvenil para los fracasados. Aunque trabajen, aunque se esfuercen. Nuevo darwinismo social.
Compito. Las pruebas de mi valía pasan por el éxito alcanzado. Y éste por la riqueza conseguida. Por la calidad de los objetos que atesoro. Visión material ciega. Debo demostrar mi valía con valores externos. Debo consumir aunque mis ingresos desciendan. Ya le pediré prestado a mis mayores. Consumo compulsivo. Móviles de última generación. El móvil me otorga la personalidad. Existo a través de él. De sus cualidades. No tengo identidad. Me equiparo a los pijos. Quiero parecer rico. Quiero parecer triunfador. Imagen sin solidaridad. Espiritualidad moderna. Racionalidad moderna. La competencia, la base del éxito.
Los jóvenes. Qué desesperanza. Han visto fracasar a la generación mileurista. No les ha servido de experiencia. La pobreza no ha llegado aún. El ser humano sólo escarmienta en carne propia. El escarmiento será muy severo. Es duro caminar de rico hacia pobre. Es más duro cuando se vive fuera de la realidad.
Nuestros jóvenes no son mezquinos. No van a discutir políticamente por el reparto del dinero en la sociedad. ¿Para qué la política? Yo me valgo por mí mismo. Estoy por encima de la política. Adopto una postura de desprecio. Apoyo a Escaños en Blanco. Sucedáneo de la política. Nuestros jóvenes. Son incapaces de protestar por derechos concretos. Ellos quieren competir. Que se les respete su libertad. Que puedan demostrar que son los mejores. Creen en la democracia. No saben que los que mandan sí saben ser más pragmáticos. Saben convertir en leyes las ventajas de su posición. Se aprovechan de su posición de fuerza. Los jóvenes no son conscientes de su posición de debilidad. Pecado de la edad que van a pagar muy caro.
Los jóvenes de clase media. Una combinación fatal. Si sus padres no son muy listos, con los jóvenes se culmina la bobería. Creen en los reyes magos. Creen en la sociedad donde el talento se impone. Son tan individualistas que no tienen ojos. No saben ver la realidad. No saben que su bienestar depende de su actitud vigilante. No saben que hay que desconfiar del que manda. No saben que los poderosos siempre se la meten doblada a los de abajo. Ahora se preocupan de la salud de la juventud. Los políticos se preocupan del botellón.
Juventud enferma. Pero no la enfermedad que venden los políticos. El botellón no tiene importancia. Siempre los jóvenes se han divertido. Yo no me olvido de haber sido joven. Otros sí lo hacen. Criminalizar el botellón. Táctica reiterativa de las élites de animalizar a las potenciales víctimas de la explotación. Si se las priva de dignidad, es más fácil privarlas de derechos. Hace un siglo todos los obreros eran alcohólicos. Hoy son seres humanos respetables. Hoy no son pobres.
Juventud enferma. Pero no en sus vicios. Los jóvenes están aprendiendo a tenerlos. Los mayores ya los hemos tenido todos. Es un aprendizaje necesario. Juventud enferma de mente. Juventud competitiva, insolidaria, inconsciente de su fuerza. Si la juventud se uniera cambiaría su suerte. Los jóvenes siempre han tenido mucho más brío que los mayores. Brío que ya se perdió. No habrá un Mayo de 68 en España. Los jóvenes dejan que les animalicen. Fin de la lucha por la liberación sexual. Fin de otras muchas cosas.
No protesten, muchachos. Dejen que los recortes continúen. Vivan en la inopia. Sigan creyendo que se van a comer el mundo mientras desaparecen los buenos trabajos. Sigan creyendo que ustedes son diferentes. Sorpréndanse en el futuro de trabajar por una miseria mientras su compañero más torpe encuentra un buen enchufe. Vuelve la sociedad de los favores: unos pocos buenos empleos canalizados a través de la gratitud de los poderosos. A lamer el culo. Ése es el futuro que les espera, muchachos.
Prepotencia juvenil. Atrevimiento de la edad sumado a la vanidad propia de esta sociedad. Mi mujer ha vuelto a estudiar. Está en una facultad de letras. Estaba en clase cuando Zapatero recortó el sueldo de los funcionarios. Todos sus compañeros se alegraron. Es lo justo. Los funcionarios son unos vagos y ya era hora de que el gobierno los metiera en cintura. Actitud inteligente donde las haya. La mayoría de estos estudiantes la única salida digna que tendrán en el futuro es hacer unas oposiciones y trabajar de profesor para el Estado. Valiente forma de tirar piedras contra su propio tejado. Pero no son conscientes. Ellos no piensan en un trabajo tan vulgar como el de profesor. Sus metas son más altas. No saben pensar en términos de salario y bienestar. No piensan en términos de su futuro. Creen que van a mandar y el que manda nunca tiene problemas. Sólo piensan en términos de presente. Sólo piensan en consumir.

Los jóvenes y el consumo. Sorprendente combatividad la de los jóvenes europeos. Semana de disturbios callejeros en Londres. Saqueos generalizados. Extraña sublevación. Extraña rebeldía juvenil. La juventud dispuesta a saquear tiendas. La juventud sin mover un dedo para defender sus derechos. Sí protestando contra los intentos de atajar la piratería por internet. Éste sí es un problema social. Afecta a su consumo. Sin consumo no somos nada. Sin trabajo no pasa nada. Gran ética la de los jóvenes.  Desalentadora ética. Libertad para consumir, lo demás no importa. ¿Para qué votar? Ya existen los partidos tradicionales. Vota PP-PSOE.

martes, 1 de enero de 2013

El cuarto capítulo es el siguiente:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LAS PROMESAS ELECTORALES
Rajoy llegó al poder prometiendo unas cosas. Gobierna haciendo otras. Práctica corriente en los políticos. En cuanto ocupan su trono se olvidan de sus promesas electorales. Siempre ha sido así y la gente igualmente les cree. Misterios de la vida. De once millones de votos obtenidos por Rajoy, posiblemente ocho o nueve millones de estas personas serán perjudicadas por sus decisiones actuales. La decisión del voto debería ser más inteligente. Pero es España.
Rajoy acusando a Zapatero de destruir el Estado del bienestar. Rajoy destruyendo el Estado del bienestar. Rajoy acusando a Zapatero de ser el problema de España. Rajoy siendo el problema de España. Acusaciones mutuas. Siempre lo mismo. El ciudadano pierde. Pero otorga.
Los ciudadanos sabían que estaba mintiendo. Sabían que estábamos en crisis. Que se prometían cosas como si la crisis no existiera. Era irreal. No generaba desconfianza. Extraño. Falta de madurez de la sociedad hispánica. Sus miembros sólo escuchan lo que quieren oír. Irracionalismo peligroso. No es bueno que el ciudadano renuncie a la razón. Es bueno que mantenga su espíritu crítico. Hoy Rajoy nos miente, mañana ¿quién? Nuevas demagogias, peligro seguro.
 Otro caso reciente. Elecciones andaluzas. PSOE prometiendo no hacer lo que seguro va a hacer porque ya lo ha hecho con anterioridad. Curioso. Gana las elecciones. Por el miedo a la derecha. Huir del fuego para caer en las brasas. Voto útil. Gran margen al votante. Éste no es muy listo, pero es bienintencionado. De nuevo es engañado. Nueva vuelta de tuerca. Izquierda Unida participa del engaño. Bajada del sueldo de los funcionarios. Lógico, no son ricos, son currantes. Ellos sí son privilegiados. Política de izquierdas.
Elecciones. Cuatro años de impunidad. Si las cosas van bien, se favorece a los amigos banqueros. Con el crédito, los ciudadanos contentos. Si las cosas van mal, los políticos alardean de ejercicio de responsabilidad y de ajustes: hay que pisar el acelerador de las reformas. Frase de Rajoy. Bien por él. Veinte años de recortes de derechos. Los políticos apoyan a la globalización y a la nueva Europa. Gracias por la fuga de capitales.
Sólo se ha respetado a las generaciones más antiguas. Se las ha mimado. Políticas del INSERSO. Los viejos votan en masa. Los pensionistas representan el último resto de bien común que les queda a los políticos. Que no se confíen. También les llegará a ellos. Fin del último dique de la democracia. Su egoísmo les costará caro. Han visto arruinarse a sus hijos. A ellos les llegará su turno. Quizá se mueran antes de que les ajusten. Quizá no.
Necesidad de una cultura democrática en el solar hispano. Peligro de que esta falta de cultura favorezca opciones radicales. La crisis se perpetúa. La desesperación aumenta. Tanto engaño es peligroso. Nadie debe votar a los partidos que engañan. Nadie debe votar a partidos que prometen la panacea. No hay que ser crédulos. La política no es la religión. Aunque empieza a parecerlo.
Se piden políticos sinceros. Esto no es tan importante. Lo importante es no refrendar un engaño. Voto sectario del votante español. Si éste quiere defender la democracia tiene que aprender a votar. No votar por miedo. Sólo votar por interés, pero racionalmente. Es sencillo. Cuatro años de gobierno, ¿ha cumplido este partido lo que prometió? ¿Vivo yo mejor? ¿Vive mi familia mejor? ¿Vive mi entorno mejor? Si no es así, se vota a otro. Y si sale igualmente falso o corrupto de nuevo se vota a otro. Es fácil. No hace falta escuchar tanto a los políticos. Basta con cambiarlos.
Pero es difícil ser racional en política. Las campañas electorales te inundan de promesas y miedos. El ser hispánico se siente inseguro. O cree que su voto tiene un carácter mágico o cree que no vale para nada y no merece emitirlo. Pero el único voto útil es el voto sensato. El que no convierte a los políticos en una casta si no sirven a los ciudadanos. Y en España, ya sea por omisión, o por sectarismo, los políticos son una casta.
Dificultad para que aparezcan nuevos políticos. La gente no confía en ellos. Curioso. Confía en los que ya le han engañado. Me acuerdo el caso de Pimentel, un exministro de Aznar. Hace años se presentó en Andalucía. No sacó casi votos. No sé si era válido o no. Pero parecía diferente. Esto es bueno. Si siempre son los mismos, destruirán la democracia. La gente dejará de confiar en ésta. Y estamos en crisis. Fácil caldo de cultivo para opciones políticas radicalizadas. El mito de un gobierno fuerte siempre presente. El mito de un líder que lo soluciona todo. El mito regenerador. Cuidado.
Hastío del ciudadano de la política. Acomodamiento de los políticos. Es una forma de vida y se vive muy bien. Tengo poder y nadie lo cuestiona seriamente. Lleva muchos años funcionando el engaño. Los políticos no ven el peligro. Son los únicos que aún creen en su discurso. Votante resignado, pero peligroso. Hasta en España la gente se harta. Hay que esperar a nuevas elecciones. Vota PP-PSOE.

lunes, 31 de diciembre de 2012

El tercer capítulo del ensayo es:



EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LAS ELÉCTRICAS
Crisis. Todos pierden, ¡no! Las leyes no lo permitirían. Deben velar por la justicia. Pero hay un matiz. Se piensa que las leyes protegen a los indefensos. España es diferente. Europa es diferente. Las leyes protegen a los poderosos.
Tribunal Supremo. Supremo tribunal. Tiene que emitir una sentencia sobre la subida del recibo de la luz. Está en juego el bienestar de muchas familias. Están en juego los enormes beneficios de las eléctricas. La sentencia está clara. Está clara la enorme capacidad de los tribunales para ser injustos. Lógico. Los jueces se atienen a las leyes aunque la injusticia sea manifiesta. El butano también sube. Democracia perfecta. Confianza en el sistema.
Otro caso. El Banco Central Europeo quiere ayudar a España. ¡Qué lindo gesto! Quiere reactivar la economía. Presta dinero a un interés bajo a los bancos. Éstos compran deuda pública española a un interés mucho más alto. Ganancia fácil a costa de la sociedad. ¡Qué gran riesgo! ¡Que gran negocio! Perversión del sistema. Los españoles estaremos pagando largos años la ayuda que nos ha prestado el BCE. A costa de nuestros derechos. Capitalismo en estado puro: será necesario hacer nuevos recortes sociales.
Las leyes. El espíritu de las leyes. Expropiación de YPF por el gobierno argentino. Indignación patria. Ya no hay seguridad jurídica. Es ilegal tomar este tipo de decisiones unilaterales. Nadie se puede saltar las leyes de esta manera. Todos los españoles estamos de acuerdo: Argentina ha hecho muy mal.
Vuelta un poco más atrás en el tiempo. Soy funcionario. Lo he repetido otras veces en estas páginas. Firma del convenio de la función pública a finales de 2009. Gran logro de los funcionarios. Por fin tenemos cláusula de revisión salarial. Cinco meses más tarde el gobierno decreta bajada de salarios. No se respetan las leyes si éstas protegen a los de abajo. Aquí no hay nada que hacer. Nadie se siente indignado. Sociedad garantista sí, pero sólo si afecta a su parte superior.
Diferentes raseros. Los ricos deben tener seguridades. Los pobres no las pueden tener. Está muy mal que un rico no tenga certidumbre en sus negocios. Es asumible que un pobre no tenga certidumbre en su salario. Diferencia de categorías. La democracia progresa y las clases medias retroceden. La banca se apropia de sus derechos adquiridos.
Hay que repartir el dinero de la sociedad. El Estado interviene. Estamos en crisis. Zapatero primero, Rajoy ahora riegan de dinero a los bancos. Éstos no pueden quebrar. Que pidan lo que necesiten. Pobres entidades financieras. Sin embargo, no hay dinero para todos. Ya no estamos en la época de barra libre. Consecuencia: las clases medias pierden. Su dinero se transfiere a las clases altas. Lógico: sus miembros son los que más están sufriendo con la crisis. Lógico incremento de la demanda de productos de lujo.
Pero los ricos tienen su corazón. Iberdrola patrocina a la selección española. Las eléctricas saben lo importante que es en época de crisis mejorar la autoestima de los españoles y que éstos no se depriman. Hay que entretenerles. Así no protestan. Así no se quejan de las subidas de luz. Políticas de pan y circo. En consonancia con las nuevas medidas gubernativas: se eliminan las ayudas a la dependencia. Se mantiene la Fórmula 1. Hay prioridades. Europa tiene vicios sociales. España los aumenta.
Las eléctricas. Los bancos. Todas estas grandes empresas han visto un filón en la crisis. Han descubierto hasta qué punto el ciudadano está obnubilado por la aparente prosperidad pasada. Aprovechémonos de la pasividad de los ciudadanos. Cambiemos las leyes. Siempre nos han favorecido. Mejor que nos favorezcan un poco más. Los derechos del resto nos privan de ganancias. Solucionemos esta situación ya. Para siempre, si es posible. Acabemos de desregular todas las cosas. Interfieren en la actividad económica. Hay que salvar España. Los españoles lo entenderán. Ya se lo explican los políticos.
Aportemos al pueblo algo a cambio. Reforcemos la moral de sacrificio. Volvamos a éticas de la renuncia. Para qué quieren derechos si la familia ayuda. La dependencia, qué ley absurda. Quitémosla. Es tan bonito que los hijos puedan ayudar a sus padres enfermos. Devolvamos su papel a la Iglesia. Que explique a los españoles cómo se puede ser feliz con poco dinero. Es lo que necesitan. Resignación y valores familiares. Estamos en el buen camino. Las mujeres han vuelto a tener hijos. El resto pronto volverá al redil.
Le quedan a los españoles largos años de sacrificios. Es bueno que se adapten a los nuevos tiempos. Austeridad, la palabra más repetida por los políticos. Las leyes se encargarán de volver al pueblo austero. Es tan necesario bajar los salarios. Tiene tanta lógica en una sociedad de consumo. Pero hay prioridades. Salvemos los negocios de los más ricos primero. Visión a corto plazo en una crisis a largo plazo. Los más pobres que sueñen con ser ricos. Como siempre. Que sueñen con ser emprendedores. Otro invento político. Vota PP-PSOE.