Vota PP-PSOE

sábado, 12 de enero de 2013

El duodécimo capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: EL EMPLEO.
Primero, años setenta, pleno empleo y de calidad. Después, años ochenta, aceptación del paro. Invención de la tasa de paro natural, tranquilizante social. Más adelante, años noventa, precarización de los nuevos empleos pero respeto por los derechos laborales adquiridos. Ahora, entrados en el nuevo milenio, ni eso. Paro con empleo precario más destrucción del buen empleo. Todo ello con aprobación popular.  Tras las sucesivas reformas laborales ganan las votaciones siempre los mismos. Viva la democracia hispánica.
Lucha contra el paro. Bandera de todos los partidos en el gobierno. Treinta años de lucha contra el paro. Cada vez más parados y peores empleos. Gran éxito. Excelencias de las políticas liberales. La fuerza del trabajo al servicio de la economía y no al servicio de las personas. La economía al servicio de los poderosos y no de la sociedad. Pero somos españoles, no protestamos. Todos contentos, aunque somos currantes ahora, en el futuro seremos ricos. Por eso consumimos cuando podemos. Listeza ibérica. Vamos hacia atrás y creemos ir hacia adelante.
Lucha contra el paro. Mágica expresión. Término absoluto. Los pobres también trabajaron toda la vida en el pasado y no salieron de pobres. No es lo mismo una chabola que un palacio. No es lo mismo un mal empleo que un buen empleo. La lucha contra el paro no entiende de matices. Un parado menos es un éxito estadístico, pero posiblemente no sea un éxito para la persona. Sólo una necesidad para no mendigar.
Todos necesitamos trabajar. En una sociedad monetaria quien no cobra no puede subsistir. Bien, es cierto que hay que luchar contra el paro. Obvio. Pero es muy triste trabajar y vivir mal, con lo mínimo. Es más triste si la sociedad genera mucha riqueza. Vamos a ello. Nos estamos latinoamericanizando. Muy rápido además. Se acabaron las clases medias. Argentina vuelve en Europa.
Quien trabaja vive mal. Quien no trabaja vive peor. Es un modelo de sociedad que no me convence. La solución a la crisis pasa por destruir los buenos empleos. Extraña solución. Se destruye el consumo aparejado. Esto no es un problema económico, no hay que rescatar a los ciudadanos, a los bancos sí: Bankia sí es un problema económico. Nueva economía democrática: los intereses de los ricos por encima de los intereses ciudadanos.
El paro convertido en algo natural. Tasa de paro natural. La propia expresión suena aberrante. Pero se acepta. La aceptan las clases medias. Sus miembros están más entretenidos despellejándose mutuamente. No protegen sus intereses. No protegen el derecho al trabajo. A un trabajo digno. Los de arriba cada vez más contentos. Sus intereses sí se protegen. ¿Qué intereses? Ni se conocen. Bankia de nuevo a la palestra. Opacidad informativa. Mucha información, pero ninguna útil. Ciudadano desinformado. Ciudadano acrítico. Ciudadano parado.
El paro. Plaga moderna y mal hispánico. Insensibilidad de quien vive bien hacia quien vive mal. El paro como anticipo de la pobreza generalizada en la nueva España democrática y europea. El paro como prólogo de la miseria venidera. El paro aún no entrevisto en toda su trágica dimensión. El ciudadano español aún optimista sobre su futuro. Normal. Sólo se despierta la sensibilidad humana cuando la pobreza es extrema. No debería hacer falta llegar a ello. Nuestros padres vivían bien y trabajaban bien, los hijos queremos vivir bien y trabajar bien. No parece tan difícil. Pero somos españoles. No sabemos defender las conquistas sociales. Vivimos en un espejismo. Despertaremos en una pesadilla.
Lucha contra el paro. Destrucción progresiva de las clases medias. Unos no trabajan, otros trabajan en malas condiciones. La gente acude a votar. Piensa que el problema es ajeno. Sus males son pasajeros. Somos todos tan capaces. Cuando trabaje progresaré. Demostraré lo que valgo. Soy el mejor. Las decepciones no me arredran. Entretanto necesito gobiernos que me den la oportunidad. En fin, los políticos están muy cómodos: no tienen que apretar a los de arriba y los de abajo se conforman. La lucha contra el paro continúa. Vota PP-PSOE.

miércoles, 9 de enero de 2013

El siguiente capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: ESPERANZA AGUIRRE
Política de éxito. La nueva Thatcher española. Populismo de derechas muy eficaz. Reflejo de la nueva mentalidad. Capitalismo popular. Ella liderará a la población hacia el éxito. Ella eliminará a los golfos y parásitos sociales. Ella es un carácter enérgico. Nunca un español se seguirá aprovechando de otro español. El Estado en sus justos términos. Sirviendo al rico, como siempre ha hecho. No es justo que nadie más se aproveche del Estado que los que siempre lo han hecho. Liberalizaciones a destajo. El ciudadano identificado con su líder. El líder destruyendo el Estado del bienestar. 
Esperanza Aguirre arrasando en Madrid. Gobiernos de mayorías absolutas legislando contra el interés de la población. Esperanza Aguirre como quintaesencia de la política. Los políticos no son tontos. Están acostumbrados a jugar con fuego. Están acostumbrados a alimentar las bajas pasiones ciudadanas. Están acostumbrados al maquiavelismo del poder. Guerra a los liberados sindicales. Aplauso popular. Guerra a los nacionalismos periféricos. Aplauso popular. Esperanza Aguirre es lista. Ridícula sí, pero lista. Ande yo caliente, ríase la gente.
Esperanza Aguirre destruyendo el discurso social. Alimentando la desconfianza entre los ciudadanos. Mis vecinos son unos pícaros. Necesito un poder fuerte que los controle. Necesito votar a ese poder. Esperanza Aguirre alimentando nuevos valores morales que sustituyan a los sociales. Vuelta a la religión. La religión capitalista. Como si el capitalismo no tuviera otra moral que la del dinero. No importa. Se le da una más presentable. En España es fácil. Está la moral católica. Siempre al servicio del poder. Ahora al servicio del poder capitalista. La Iglesia de nuevo al servicio de los poderosos. En España los tiempos han cambiado, pero las instituciones permanecen. La Iglesia siempre renace. El ser hispánico necesita estar oprimido. El ser hispánico vota su propia opresión. Esperanza Aguirre es su esperanza.
Soy Esperanza Aguirre. Soy política pura. Tengo las claves para ganar elecciones. Discurso ultraliberal. Discurso nacionalista. Discurso católico. Muchas contradicciones juntas. No importa. La globalización económica es opuesta al nacionalismo. No importa. La moral católica condena la usura y el beneficio inmoderado. No importa. Yo le prometo ser rico, ser un buen español y ser una buena persona a la vez. ¿Qué más quiere? Fomento su egoísmo, refuerzo su identidad y le lavo la conciencia de una sola tacada. ¿Cómo no me van a votar? Las contradicciones no importan. El ser humano es muy flexible si no recibe críticas. Yo lo sé. Lo sé manipular. Le halago. Me vota. Es normal.
Mi política se cobra víctimas, ¿qué importa de nuevo? Hay menos servicios públicos. Hay menos médicos y profesores a cargo del Estado. Alguien tiene que perder. Las mayorías lo entienden y me siguen. A algunos no les gusta. Tengo algo de oposición. Es inevitable en democracia. Es un incordio que llevo bien. La gente cree en mí. Sabe que  garantizo el éxito si me dan tiempo. Conmigo la economía crecerá y pagarán menos impuestos. Todos podrán llevar sus hijos a colegios privados, todos podrán tener su seguro médico privado, todos podrán tener su propio plan de pensiones. Conmigo todos ganarán. El mundo de Yupi. La vanidad reforzada. En un país pobre y de pobres, todos piensan como ricos. Yo lo sé. Y me aprovecho.
Soy Esperanza Aguirre. He encontrado la fórmula del éxito. Tengo la gente detrás. Convierto en antisociales las protestas. Divido a la sociedad en buenos y malos. Los buenos quieren ser ricos, los malos quieren ser parásitos. Los buenos contribuyen a la sociedad, los malos se aprovechan de ella. Huelga del metro de Madrid. Los trabajadores son malos ciudadanos. No dejan a los madrileños ir a trabajar. Entiendo la indignación de los madrileños. Me hago cargo. ¿Qué puedo hacer yo? Era necesario rebajarles el sueldo. No entiendo porque me piden estos huelguistas que no lo haga. Que vuelvan al trabajo. Que no perjudiquen a mis votantes. Yo me preocupo por Madrid. Yo me preocupo por los madrileños. No me gustan los malos madrileños.
Los trabajadores del metro. Protestar. Los profesores. Protestar. Con lo bien que viven. ¡Qué egoísmo! Hay tanta gente que lo pasa mal. Se olvidan de que estamos en crisis. Se olvidan de que todos tenemos que contribuir a salir de ella. Es cierto que unos más que otros. Yo no tengo la culpa de pertenecer a una familia de pasta que a veces me pide favores. Los valores familiares son tan hermosos. Están tan avalados por la Iglesia. Yo soy tan creyente. Yo no voy a dejar tirados a mis seres queridos. Yo enchufo a mis familiares, pienso en mi familia. Los trabajadores que piensen en los madrileños, no en sus familias. Mi discurso tiene contradicciones, es lógico que mi vida tenga también algunas. No importa, los madrileños me adoran. Soy su esperanza.
Los madrileños son como mis hijos. Seguiré velando por ellos. Seguiré liberalizando. Seguiré reduciendo el Estado. Los madrileños se quedarán sin garantías sociales. Los madrileños se quedarán sin garantías laborales. Los madrileños se empobrecerán. Es tan fácil vender que hay que pagar menos impuestos. Es tan fácil trasladar este mantra a una sociedad ignorante. Es tan fácil favorecer a mi clase social. Los ricos tenemos aversión a los impuestos. No les vemos utilidad. Yo me pago mis servicios, el que no tenga dinero que se joda, que no me lo robe a mí. He trasladado este pensamiento a la clase media. Ésta no puede pagar su bienestar pero no importa. Se siente rica. Es clase media. No da más de sí. Me vota. Me cree aunque la engañe. Vota Esperanza. Vota PP- PSOE.

lunes, 7 de enero de 2013

El capítulo décimo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA MATERNIDAD
Crecí con un espíritu femenino inteligente. Pero, ¡oh, pecado!, pensé que iba a ser para siempre. Tenía fe en las mujeres. Pensé que por fin se habían liberado. Pero aquellas eran mujeres de clase media que venían de pobres. Las actuales son mujeres de clase media que juegan a ser ricas. Ya no luchan por sus derechos. El ser madre oculta sus miserias personales sin bajarlas de estatus. El retroceso de las mentalidades. El feminismo no iba a ser diferente. La sociedad camina para atrás. Las mujeres caminan para atrás.
Hubo un tiempo en que las mujeres aspiraban a ser independientes. Hubo un tiempo en que las mujeres se querían a sí mismas. O lo parecía al menos. Ahora ese tiempo se ha acabado. La maternidad se ha vuelto a poner de moda. ¡Qué ilusión tener hijos! El reloj biológico acecha. Este orgánico reloj es tan recurrente como amenaza para el equilibrio mental de las mujeres actuales como la prima de riesgo para la buena salud de la economía hispana. Mira que si se me pasa el tiempo de parir y no puedo ser madre, ¡qué desgraciadita seré! ¡No me realizaré!
Ser madre. Fracaso personal presentido ocultado con nuevas y tradicionales realizaciones. Ser madre como forma de ocultar una realidad: la incapacidad de asegurarme un bienestar por mis propios medios. Pero las mujeres no somos inferiores a los hombres. No admito el fracaso. No me lo merezco. La sociedad debe reconocer mi sacrificio. Pienso en ella antes que en mí. Renuncio a mis sueños. Soy una buena chica.
El país os necesita, chicas. El país necesita de nuevas generaciones de trabajadores. Tenéis que tener altura de miras y saber devolver a la sociedad lo mucho que ella hace por las mujeres. Las mujeres están agradecidas. Ya somos europeas, hemos dejado atrás la sumisión franquista. La democracia nos ha devuelto nuestra libertad. Ya nos privamos nosotros de ella. Pero voluntariamente, por supuesto.
Las madres españolas. Ya no nos obligan a ser sumisas. Ya la sociedad no nos reserva el papel de madre. No hay problema, nos lo reservamos nosotras solas. Para qué reclamar una realización a través del trabajo. Para qué reclamar una realización a través de una independencia económica. Debemos tener hijos para asegurar la prosperidad patria. Las españolas, como los españoles, saben tener fe. Dios proveerá. Si no es con ellas, será con sus hijos. Mis hijos son tan guapos. Seguro que ellos tendrán éxito. Seguro que ellos no sufren mi misma frustración. ¡Qué orgullosa estaré de ellos!
Que hermoso ser madre. No aseguro mi futuro, pero qué placer poder jugar con el futuro ajeno. ¡Qué ejercicio de responsabilidad! Que hermoso parir futuros pobres. Al menos si son niñas y están buenas, se ganarán la vida como prostitutas. Los grandes adelantos de las mujeres españolas se verán en un futuro próximo. Y las madres estarán orgullosas de sus hijas putas. De clase media y consumistas, por supuesto.
Ser madre. Conservar conquistas previas, ¿para qué? Mejor salvar mi autoestima. Reconocer mi fracaso, ¡jamás! Las reivindicaciones feministas están anticuadas. La mujer hispánica, como el hombre hispánico, es individualista. Vive en la sociedad perfecta. Vive en Europa. Esto no es el mundo musulmán. Está todo conseguido en materia social. Lo que quieras conseguir en la vida lo alcanzarás. Y si no, puedes ser madre. Es tan fácil.
Feminismo. Sueño inalcanzable. Moral conservadora que renace. Todas madres. Las pocas mujeres listas marginadas. Están pasadas de moda. Lo moderno vuelve a ser parir y hablar de los hijos. ¡Qué progreso! El sexo vuelve a ser ilícito. ¡Qué escándalo! Yo soy madre y no una furcia. Vamos en el buen camino. Los gobiernos autonómicos retiran las ayudas a las mujeres maltratadas. Normal. Son libres. El mundo es suyo. Que tengan más hijos. Vota PP-PSOE.

domingo, 6 de enero de 2013

El capítulo noveno es el siguiente:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: EUROPA
Los españoles creen en Europa. Más les valdría creer en Dios. Éste es más transparente y tradicional. Es la misma fe y es fe religiosa. Europa es fe económica. El Plan Marshall no llegó y a Europa los españoles llegamos tarde. Aún soñamos con una Europa que ya no existe.
El mito de Europa. El mito del zar para los pobres campesinos rusos. El padrecito euro. El extinto bienestar que un día fue posible. Fue real que no hubiera sociedades de ricos y pobres. Ya no es real. Aún mantenemos la fe. Los españoles somos perseverantes. Siempre hemos sido un pueblo muy devoto. Que más nos da un Dios católico que alemán.
La Europa del norte y la Europa del sur. Alemania admirada. El milagro alemán nos oculta miserias teutonas anteriores. Hasta nos parecen guapas las alemanas. No tenemos ojos. Pensemos en su jefa. Hermosa. Ni para sexo vale la raza superior. Comentario sexista. Comentario indignado. Tampoco yo soy guapo.
Admiración ibérica por los alemanes. Lógico. Somos un pueblo inferior. Nos lo creemos todo. ¡Somos tan fáciles de contentar! En plena crisis somos el único pueblo cuya fe en Europa se mantiene incólume. Aún necesitamos más palos. Europa nos lo solucionará todo, menos nuestra vida y nuestro bienestar. Sin duda para el ser hispánico la ilusión es más placentera que la realidad. El Quijote es un producto hispánico, un producto de acomplejados, un producto de infelices.
Europa, para qué discutirla. Una idea, si es perfecta, hay que aceptarla en bloque. Se vive más feliz. El español es feliz: en Europa es imposible la pobreza. He oído tantas veces esta frase que me hace gracia. Somos el primer mundo. Los pobres son del tercero. Allí si que son desgraciados. Y es verdad, pero las desgracias nunca vienen solas.
Europa nos salva de la crisis, y, ¿antes de la crisis? El euro. El crédito. Muy bien. Los españoles tuvimos consumo a cambio de derechos. Engaño mayúsculo. Todos ricos. En bonanza económica, bajada de salarios. Bien. Qué inteligentes. Sólo los albañiles ganaron. Ahora también pierden. Mejor salvar el banco que salvar tu  trabajo. Ayudas a Bankia. Los españoles queremos que fluya el crédito. Deseamos un euro fuerte. Aunque nos empobrezcamos.
Desde arriba, los que siempre ganan se ríen de los de abajo. Y apelan al patriotismo. Una Europa fuerte necesita de una España unida. No importa que nuestra soberanía se la haya quedado Europa. La economía manda.
El mito de Europa. Una Europa democrática. Una Europa donde todos sus ciudadanos están representados. Una Europa a la cabeza del desarrollo de las libertades y los derechos mundiales. Una Europa cívica donde la protesta no ha lugar. Una Europa ejemplar. Por fin en Europa asistimos al final de la lucha de clases. Los españoles nos lo hemos creído. El sueño europeo nos ha invadido.
El mito de Europa. Una Europa democrática. Celebremos los gobiernos elegidos por los ciudadanos, que las decisiones ya las tomarán otros. El coraje de los políticos se queda en el nos mayestático. Con la ayuda europea los españoles saldremos de la crisis. Algunos sí, seguro. Nunca han entrado en ella. Ellos sí entienden a Europa. Una Europa de los capitales.
El mito de Europa. Europa versus Estados Unidos. En Europa se reparte la riqueza. En Estados Unidos hay grandes desigualdades. Cuentos. Un día fue verdad. Sueño americano, pesadilla europea. Bendito modelo desaparecido. La vanidad actual lo permite. Nos labraremos nuestro propio destino. Por supuesto, a peor. Llegaremos a pobres. Seguro. Ya estamos en el buen camino.
El modelo europeo. Modelo de clases medias. Tonterías pasajeras. Siempre ha habido ricos y pobres. Es ya la hora de acabar con anomalías históricas: la industria del lujo vuelve a crecer. Europa reniega de las últimas décadas. Ha vuelto a la verdadera senda. La desigualdad es una necesidad en las sociedades humanas. Todos los europeos no lo saben. Los que mandan sí. Y los españoles saben asumir los mandatos. Son los tontos que votaron a favor de la Constitución Europea. Los franceses no son tan tontos. Los holandeses tampoco.
La Comisión Europea. ¡Qué gran invento! Los gurús del destino de Europa. Con sensibilidad de políticos modernos. Sensibilidad invertida. Alabar bajar salarios. Seamos competitivos. Los ricos más ricos, los pobres más pobres. Fin de las clases medias. Europa nos hará prósperos. Los españoles volveremos a pobres. ¡Viva la Comisión!
Bien por Europa. Los poderosos hacen bien. Si yo fuera uno haría lo mismo. No tienen culpa. Son otros tontos los que lo permiten, los tontos que votan. ¡Viva la democracia! Necesita de votantes más listos. Falla cuando no es posible el voto inteligente. Los españoles aprueban por mayoría el referéndum sobre la Constitución Europea. Masoquismo puro. Gran ejercicio democrático de mis compatriotas: o aprobación o indiferencia.
La idea de Europa como reflejo de nuestra política. La clase media elige a mediocres y los mediocres que les eligen quieren que sean genios. Y, sin serlo, han sabido crear con Europa una feria de vanidades que diluye la responsabilidad. Políticos que son polvo, mas polvo humano. Son personas y las personas son egoístas. Siempre son las mismas. Siempre el mismo egoísmo. Es la inteligencia de los votantes. ¡Vivan los controles democráticos! No falla el sistema. Fallan las personas. Pero no las elegidas, sino las que eligen. Viva Karamanlis-Papandreu. España no es diferente. Vota PP-PSOE.
El octavo capítulo es:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA EDUCACIÓN
Se dice que el ser humano es egoísta. Y es verdad. Una verdad indudable que pocos se atreverían a poner en duda, aunque pocos la reconocerían en sí mismos. Pero el egoísmo y la estupidez casan mal. Y el ser español es un egoísta muy triste, un egoísta patético.
Voy a hablar de educación, soy eso que se llama educador, pero lo siento, tengo que crear mierda. La crisis me lo pide. Mi estado de ánimo me lo pide. Vivo en la sociedad de la envidia. La educación no es ajena. Mi escritura tiene que estar a su altura. Pongamos el caso de una compañera mía de trabajo, de otra educadora, a la que llamaremos E., por la letra inicial de su nombre.
E., cuyo trabajo es el de profesora de un instituto público, anda muy preocupada, terriblemente preocupada. ¿Por los efectos de la crisis en su vida? ¿Por la anterior y más que posible futura bajada de su sueldo? ¿Por qué pueda acabar despedida si cambia la legislación sobre los funcionarios? No, eso son bagatelas para E. Su vanidad le impide ver el bosque.
E. anda preocupada por la reducción horaria que ha conseguido una compañera suya, que es su jefa para más inri. Por culpa de esta tramposa ella tiene que trabajar más horas. Esta injusticia la tiene a mal traer. Es su particular obsesión. No hay día que no exprese su queja a algún compañero. Pero, ¡oh, maravilla!, saca una medida el gobierno que amplia su jornada laboral convirtiendo su malhadado horario temporal de este año en definitivo y en E. no hay lugar a la protesta. Esta medida afecta a todo el mundo y es, por ello, más justa. Ya no se siente de menos. E. no va hacer una huelga por tan poca cosa. Después de todo su dinero es suyo. No vaya a ser que encima se gane la huelga y favorezca a su enemiga.
Sigamos con más ejemplos del profesorado. Se supone que los profesores son inteligentes, se supone sólo. No dejan de ser parte del rebaño y sufren de la misma atrofia mental que el común de los españoles. Este nuevo profesor lo vamos a llamar C., muy amigo mío, asturiano como yo, otro miembro de la enseñanza pública. Otro educador.
C. ha asumido como propios los prejuicios contra los funcionarios, pese a ser uno de ellos. Postura inteligente donde las haya, hacer de caja de resonancia de tu propia desgracia. Según C., el problema de España son los funcionarios, que no son productivos. Esta comunión de valores con el resto de la masa hispánica es hermosa, pero suicida. Deja que otros te juzguen y saldrás escaldado, y así le ha pasado a C., que recientemente ha visto como su gobierno, el de la ejemplar comunidad madrileña, la misma de Bankia, ha decidido bajarle fuertemente el sueldo, sin tener en cuenta el fuerte compromiso de C. con la verdad. Él denunciaba a sus compañeros pícaros, pero él no era como ellos. La sociedad, por desgracia para C., no entiende de matices. C. ha potenciado una sospecha y paga por ello.
El caso de C. me recuerda cuando los judíos ricos financiaron las campañas electorales de Hitler. El ser humano tiene una fuerte tendencia a su autoinmolación. Pronto los ricos españoles también financiarán un partido de ultraderecha. Financiarán la llegada de locos al poder. Con lo fácil que es repartir. En fin, los ricos  no son más listos que C., sólo que toda sociedad es jerárquica, y algunos tienen que estar en lo más alto. Y, como el resto no sólo son tontos, sino también débiles, no es fácil bajarles del pedestal.
Volviendo a C. últimamente ha cambiado, cuando su sueldo ha empezado a caer en picado. Ahora hasta asiste a protestas y se indigna. No entiende que se le confunda con los malos funcionarios. ¡Él es diferente! ¡Él no estafa a la sociedad! La única verdad es que él está pagando su debilidad. La única verdad es que él también será pobre. Es cuestión de tiempo.
C. está ahora asustado pero, pese a los palos recibidos, la mayoría de sus compañeros profesores aún no protestan: su vanidad se lo impide. Vanidad, vanidad, vanidad, el gran mal social. Todos nos creímos lo suficientemente listos para ser ricos. Y nadie pensó en su contrario. En asegurar no ser pobres. Los profesores son como los demás pero con un agravante. Que explico. He dicho antes que los profesores son igual de memos que el resto de la sociedad, pero quizá lo sean un poco más porque, encima, se creen listos porque tienen estudios. Se sienten irremplazables. Sienten que no hay nadie que pueda ocupar su puesto. Ingenuos. Hoy día vivimos en una sociedad muy cualificada. Hoy día tiene estudios hasta el mendigo de la esquina.
Los profesores son vanidosos. El ser hispánico es vanidoso. La vanidad es el pecado mortal de nuestra sociedad, aquel que más limita la inteligencia. Todo español se siente predestinado al éxito. El fracaso no existe. Soy profesor. Sigamos analizando la educación. Analicemos la parte más importante de la familia educativa. Pasemos a hablar de los alumnos.
Me río cuando medios conservadores acusan a la juventud de ser antisistema. Teorías de la conspiración vanas. Nunca en la historia española ha habido una juventud más conformista. Es una juventud buena que, de momento, a causa de su temprana edad, sus miembros aún no son tan tristes como sus profesores. Pero llevan camino de superarlos. Si no cambian, que no cambiaran. Poca esperanza hay de lo contrario.
Una juventud muy competitiva. Terrible palabra. La más odiosa del léxico. Aún son buenos, creen en sí mismos, creen en el mérito individual, creen en sus futuras hazañas, creen que se comerán el mundo, creen en la armonía social capitalista. Creen en el sistema. Yo soy educador. Yo los engaño. Soy parte del sistema. Trabajad y estudiad. La recompensa llegará.
Pobres niños pijos, los jóvenes están condenados a ser malos. Serán trepadores o desgraciados. Más bien lo segundo. Su imaginación les pone en un sitio, la vida les pondrá en otro muy diferente. Hay un mundo dentro de la escuela, hay otro mundo fuera de ella. Hay un mundo de valores, hay otro mundo de realidades.
Son jóvenes, son sanos. Serán viejos, no serán tan sanos. La edad no pasará en balde. Nuestros virtuosos jóvenes se volverán mezquinos. Se perjudicarán a sí mismos. Es el destino de la sociedad hispánica. Cultiva un individualismo que acaba hundiendo a sus miembros en la miseria. Y los jóvenes son los peores. Creen en el éxito. Están predestinados al fracaso.
Pensemos en C., una alumna modélica. Un encanto de persona. Una niña adorable. No mataría una mosca. Incapaz de pensar mal. Ella saca muy buenas notas. He puesto un examen muy fácil en su curso. Todos sus compañeros han sacado muy buenas notas. C. ha cogido una llorera. Ella ya no destaca. Esta niña está enferma. Y una persona enferma no es buena para la sociedad. Pero la sociedad está enferma. Esta niña no desentona. Yo apruebo su actitud. Es mi labor como educador.
Dejemos a los alumnos. Pensemos en otro pilar educativo: los padres. Les hacen los deberes a sus hijos. Normal. Sus hijos quieren jugar y son vagos. Aún son humanos. Sus padres no. Si suspenden sus vástagos, hay culpables. Por supuesto los profesores. No han sabido motivarlos. Sus hijos tienen que ser los mejores. Sin disgustarlos, por supuesto.
Cultura del esfuerzo sin esfuerzo. Sólo resultados. Disfunción entre teoría y realidad. Hay que exigir a los hijos de los demás, hay que disculpar al propio. Mi hijo no va a ser menos, pero aún es un niño. Superdotado, por supuesto. Hay que darle tiempo hasta que consiga resultados. Presión de los padres. Presión social. Dobles raseros. Mejor un rasero más humano. Mejor los padres se preocupaban de un futuro de clase media para sus hijos. Con estudios o sin ellos. Con resultados o sin ellos. Con derechos. Vota PP-PSOE.