EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO:
EL VOLUNTARIADO
¡Qué cosa más hermosa ayudar a los demás! ¡Qué cosa
más hermosa ayudar a la sociedad! ¡Qué hermoso ayudar a otras sociedades! Hay
tanta necesidad de altruismo en el mundo. Hay tanto egoísmo en el mundo. Menos
mal que aún quedan personas buenas con capacidad de desprendimiento. Personas
que den ejemplo. Buenos españoles que ayuden a los demás a salir de la crisis.
Aportando su trabajo. Sin pedir nada a cambio a la sociedad. Como debe ser.
Trabajar por dinero. Qué feo. El dinero todo lo
envilece. No hay nada que dignifique más al ser humano que renunciar a su
interés. No hay mayor virtud moral que el hacer algo por otros seres humanos
sin pedir nada a cambio. Muchos españoles lo han entendido así. Muchos
españoles se ofrecen voluntarios para hacer tareas sociales. Muchos españoles
entienden que el Estado no tiene dinero. Que no puede despilfarrar en
trabajadores. Pero el trabajo hay que hacerlo. El Estado apela a los buenos
españoles. Los buenos españoles dan un paso al frente. Los buenos españoles van
a trabajar gratuitamente.
El Estado del bienestar sostenido con trabajo
voluntario. El sueño del neoliberalismo. Por fin la pesadilla de los ricos de
pagar impuestos para mantener servicios sociales se ha acabado. Una nueva
caridad ha reaparecido. Ya no como valor religioso, sino como valor laico. De
nuevo el compromiso social deja de ser obligatorio. Si tengo tiempo y dinero,
echo una mano a la sociedad. De otro modo, nadie me toca lo mío.
Nadie me reprocha si no contribuyo a la sociedad.
Nadie ve inmoral que no pague impuestos. Al contrario, se me valora cuando me
decido a ser bueno. Entonces, todos me consideran un ejemplo a seguir. Hasta
los parados. Y eso que les quito el trabajo. Pero la culpa de que no haya
trabajo para los españoles es de los inmigrantes. Jamás de los buenos
españoles. Que tanto hacen por España. Hasta trabajar gratis.
Valores morales a la medida del que más tiene. Valores
morales en perjuicio de los que menos tienen. Los que viven bien presumiendo de
trabajar gratis para la sociedad. Los que viven mal suspirando por un trabajo
mal pagado. Y sin poder quejarse. Si lo hacen son malos ciudadanos que tienen
que tomar ejemplo de los buenos españoles. Éstos no sólo no se quejan sino que
arriman el hombro. Arriman el hombro en beneficio de España. Lástima que este
beneficio no llegue a todos los españoles. Ya se sabe. Las buenas obras son
caprichosas. Llegan a unos y a otros olvidan. Lo importante es la intención.
El trabajo voluntario. La nueva caridad. De nuevo la
justicia social pasa a estar enterrada. De nuevo los derechos convertidos en
gratitud. Las clases medias jugando a ser ricas. Asumiendo los valores de los
ricos. Asumiendo el paternalismo de los ricos. Asumiendo este paternalismo en
el peor momento. Cuando empieza su regreso a pobres. Cuando las ONGs empiezan a
dedicar su ayuda a los españoles. Cuando de nuevo vuelve la división entre
ricos y pobres.
Las ONGs. La exaltación del voluntariado. La
exaltación de los valores más generosos del ser humano. El deseo de paliar la
desgracia ajena. El deseo de erradicar la miseria. El deseo de huir de un mundo
materialista. Las ONGs. La prueba de que la pobreza es muy real en otras partes
del mundo. El deseo del español de sentirse bueno con los desfavorecidos. El
deseo del español de aportar un poco de esperanza en otras partes del mundo.
Las ONGs. La posibilidad de viajar sin la
despreocupación moral del turista. La posibilidad de conocer realmente el
tercer mundo. La posibilidad de salir del universo autista del primer mundo.
Que los voluntarios cuenten cómo se vive en otras partes. Que cuenten lo que es
la pobreza. Que lo cuenten sin romanticismos. Que no vayan con una visión
prefabricada de que los pobres son felices. Sobreviven en la desgracia sí.
Sobreviven de la mejor manera sí. Intentando tener sus momentos de placer sí.
Pero los voluntarios no se quedan a compartir su vida de felicidad. Los
voluntarios regresan. Y deben contar la verdad.
Deben contar que la pobreza es real. Que afecta a
personas tan listas como las de aquí. A personas tan válidas como las de aquí.
A personas con las mismas aptitudes que las de aquí Que es absurdo no defender
el bienestar cuando ya se ha conseguido. Que no es tan fácil vivir bien en este
mundo. Que la mayoría de las personas no lo hacen. Que la mayoría de seres
humanos no se pueden ni limpiar el culo con papel higiénico. Que hay muchos más
pobres que ricos. Y que no son peores que tú. Que tú puedes ser uno de ellos.
El trabajo voluntario. Las ONGs. Representan valores
sociales que no se pueden condenar. Pero hay otros valores sociales más
importantes. Valores sociales que no sean voluntarios. Valores sociales que
obliguen a un compromiso real. A un compromiso real de quienes más se
benefician de pertenecer a la sociedad. A un compromiso real de quienes más
ganan. Que deben ayudar por ley. Seres privilegiados cuya ayuda no puede quedar
a expensas de su índole moral. Porque tienen mucho dinero. Y ese dinero es
necesario para que no haya pobres. Porque lo ideal no es que las buenas
personas ayuden a la sociedad, sino que la sociedad pueda ayudar a todos sus
miembros. Y esto no se consigue con compromisos voluntarios.
La exaltación del trabajo voluntario conviviendo con
millones de parados. Otra de las muchas aberraciones de Hispania. Muchos
parados teniendo que aceptar periodos de prueba sin cobrar. Como si no
necesitaran el dinero. Pero está feo hablar de dinero cuando hay personas que
trabajan gratis. Porque todos tenemos que ayudar a la sociedad. Porque todos
tenemos que defender un modelo social que no permite la pobreza. En Europa
somos todos ricos. En Europa podemos ser todos desprendidos. En España somos
europeos. Vota PP-PSOE.