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miércoles, 6 de febrero de 2013

El capítulo trigésimo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LOS INTERINOS
Ya he dicho que soy profesor. En la enseñanza pública. Soy funcionario de carrera. En mi trabajo coincido con muchos compañeros que no tienen la plaza de funcionario en propiedad. Los llamados interinos para entendernos. Los interinos son trabajadores que renuevan su contrato año tras año. O eso pasaba hasta ahora. Ahora son los trabajadores de la administración que están directamente amenazados por los últimos recortes gubernativos. O sea, los trabajadores de la administración que según el gobierno no van a ver renovado su contrato. O sea, los trabajadores de la administración que van a ser despedidos el próximo año.
La cuesta abajo de los interinos empezó hace dos años. Zapatero se puso firme. Con los de abajo claro. El gobierno adopta las primeras medidas duras contra los funcionarios. Rebajas salariales muy importantes. En mi cuerpo, el de profesores, del 7%. Todos mis compañeros indignados con la medida. La crisis no la debemos pagar nosotros. No la generamos. La culpa es de otros. Sí, discursos bonitos. Mucha cháchara. Voluntad de resistencia nula.
Los sindicatos hacen un intento. Sin mucha convicción. Conocen el cuerpo de funcionarios. No son mineros precisamente. Los funcionarios convocados a la huelga. Días previos a la huelga. Nadie desvela sus intenciones. Yo empiezo a sospechar. La huelga será un fracaso. No puedo entenderlo.  Veo los peligros futuros. Llega el día de la huelga. Poco seguimiento. Entre los interinos casi nulo. Les aviso. La tarta siempre se rompe por el lado más débil.
Siguientes recortes. Siguientes huelgas. Misma respuesta de los interinos. Nula respuesta de los interinos. Los trabajadores poniéndose la soga al cuello. Sin comprender el peligro. Pensando que las medidas que afectan a todos a mí no me afectan. Pensando que un milagro me va a salvar. Dejando pasar el tiempo a ver si ocurre el milagro. El tiempo ha pasado. El milagro no ha llegado. Las oportunidades se han terminado.
Los interinos. Gente joven por lo general. Con los vicios sociales de la gente joven. Desmovilización absoluta. Individualismo acentuado. Desconfianza hacia los sindicatos. Bien. Pero no se puede luchar por los derechos por libre. Hay que hacerlo en grupo. Los sindicatos fallan, sí. Pero las personas fallan más. No se puede exigir a un sindicato que defienda tus derechos sin tener tu apoyo.  No se puede no hacer la huelga y querer que triunfe la huelga. No se puede querer conservar íntegra la nómina y querer el éxito de las reivindicaciones. No se puede querer ganar siempre. Los jóvenes lo pretenden. Los interinos lo pretenden.
Las huelgas. Exponentes del individualismo moderno. Cientos de excusas para no hacerlas. Son métodos anticuados de lucha. Un día no vale para nada. No me lo puedo permitir. No confío en los sindicatos. Nadie la va a hacer. Y así excusas y excusas. Todo por no comprometerse realmente. Todo por no perder un día de salario. La gente inventa otras pantomimas de protesta. En mi profesión, las camisetas verdes. Las camisetas verdes reivindicando la enseñanza pública. Todo el mundo se las pone. Todo el mundo que no hace las huelgas. Muchos de los que van a ser despedidos.
Las huelgas. Se lo digo a mis compañeros. Yo hago la huelga aunque la haga yo solo. Y la he hecho solo. Siendo el tonto de la clase. Siendo el hazmerreír. Pero no importa. Una huelga en solitario es absurda. La fuerza está en el grupo. Pero no importa. El grupo lo forman personas. Personas que se tienen que concienciar de defender sus derechos. Personas que se tienen que concienciar de su insignificancia individual. Personas como los interinos que van a ser despedidas. Que van a ser despedidas sin haber luchado por sus derechos.
Hablo con mis compañeros. Hablo con A. I., una interina. Hablo antes de la última convocatoria de huelga. Me explica. No puede hacer la huelga porque tiene que pagar la hipoteca. Vale. Ella tiene sus gastos. Yo tengo los míos. No insisto. Ahora han salido las vacantes para el año próximo. Esta chica no va a trabajar. Se han reducido las plazas para interinos de una forma drástica. El gobierno ha metido la tijera a fondo. Esta chica tiene que seguir pagando la hipoteca. Pero asumirá su problema en solitario. Nadie la ayudará. Ya no tiene compañeros que la puedan ayudar. Ya no tiene la fuerza de ningún grupo que la respalde. Ha perdido su capacidad de presión social. Es una parada. Ha dejado de ser persona. Ha pasado a ser estadística. Ella hará sus cuentas, el gobierno ha hecho las suyas.
Hablo con mis compañeros. Hablo con B., otra interina. Sobre el conflicto minero. Los dos trabajamos en una zona minera. Los dos tenemos que ir en coche a trabajar. B. no entiende los cortes de carretera. Se indigna con los retrasos que le ocasionan. Considera a los mineros personas que no tienen respeto por las demás. B. considera a los mineros personas que no tienen sentido social. B. está a punto de perder su puesto de trabajo. Los mineros también. B. no se siente identificada con los mineros. Ellos están defendiendo sus empleos. B. no defiende el suyo. B. considera a los mineros antisociales. B. no considera al gobierno antisocial. Los abusos de los de arriba se comprenden. Los abusos de tus semejantes no se comprenden.
B., ejemplo claro de la mentalidad actual. B., ejemplo claro de la persona condenada a perder su trabajo. A pesar de sus estudios. A pesar de su formación. Todo su aprendizaje no le vale de nada sin derechos. Pero ella no se entera. Considera que ella se labrará un futuro porque ella vale mucho. Considera que tendrá una nueva oportunidad de mostrar su valía. Pero la crisis va para largo.  B. tendrá varios años para reflexionar sobre la importancia de un buen trabajo. Varios años para reflexionar sobre la importancia de no perderlo. Varios años para pudrirse en vida. Como muchos de mis amigos. Todos licenciados. Todos muy formados. Todos sin un duro. Todos refugiados en casa de sus padres. Todos esperando su oportunidad. Todos parados de larga duración.
B., ejemplo claro de la mentalidad actual. Cuando estás bien no lo valoras. Crees que tu bienestar es natural. Que te lo mereces. Que tienes más méritos que otros. Punto de vista individual. Punto de vista cerrado. Vivimos en una sociedad que no enseña a la gente a pensar. Formarse y competir está bien, es parte de la lucha por la vida. Pero unirse y defender los derechos también está bien, es otra parte de la lucha por la vida. La gente no piensa en esta faceta colectiva, sólo en la faceta individual. La gente tiene que volver a pensar en bloque. B. va a tener largos años para reflexionar sobre sí misma y los mineros. Largos años para reflexionar sobre la importancia de conservar un buen trabajo.
Nuevo ejemplo de mentalidad actual. Nuevo ejemplo relacionado con los interinos. Su protagonista no es un interino. Su protagonista es R., el jefe de una interina. R. tiene plaza fija. No puede ser despedido. Al menos, hasta que cambie la ley. R. ha sido muy amable todo el año con su compañera. R. ha estado dispuesto a ayudarla en lo que deseara. Ella era nueva en el centro escolar y R. ha sido muy atento. R. es muy tacaño. No ha hecho las huelgas. No ha apoyado a su compañera. Ella ahora va a ser despedida. Ella se va a quedar sin trabajo. Yo no he sido tan servicial con ella. Yo he hecho las huelgas. Yo he intentado que no fuera despedida. He perdido bastante dinero. ¿Quién la ayudado más? ¿Qué entiende esta sociedad por ayudar?
La mentalidad actual. El fracaso de las huelgas entre los funcionarios. La falta de conciencia de los interinos de que su suerte está echada. El egoísmo de los empleados fijos. Ninguno con razones de peso para no hacer las huelgas. Ni siquiera el miedo a las represalias por parte de los trabajadores de la empresa privada. Aunque también éstos tendrán que acabar haciendo las huelgas. El despido libre flota en el ambiente. Ni el buen desempeño garantiza ya el trabajo. Ni la obediencia garantiza ya el trabajo. Nada garantiza ya el trabajo. Estamos ante un futuro de trabajos sin garantías. Los que aún son dignos se dejan perder. Los interinos han dejado perder algunos de los últimos buenos trabajos. Que ya no volverán.
Los trabajos del futuro. La vuelta a depender de la índole del jefe. Los trabajadores dependiendo de si el empresario es bueno o malo. La vuelta a depender la seguridad del trabajador de los caprichos de un jefe. De que si le caes bien o si le caes mal. De que si te quiere proteger o te quiere hacer la vida imposible. No dependiendo el bienestar del trabajador de su responsabilidad en el trabajo, sino de que si el jefe encuentra un ahorro en contratar a un sustituto más barato. Que a su vez estará a expensas de un nuevo ahorro.
Los interinos tenían un buen trabajo. Ahora volverán al mercado de trabajo. Volverán para descubrir el paro o volverán para descubrir que las personas son fácilmente sustituibles por otras personas. Que el valor del individuo es nulo cuando es tan fácil prescindir de él. Estas cosas ya pasaban. Pero les pasaban a otros. La vanidad no les dejaba pensar. Eran profesores. Habían estudiado mucho para serlo. Habían conseguido una dignidad. Habían conseguido un estatus. Creían merecerlo. Creían que las demás personas valoraban sus méritos. Creían que la sociedad valoraba sus méritos. Y la sociedad no valora nada. Las sociedades las forman personas. Y estas personas son ahora individualistas. Solo valoran los propios méritos. Nunca los ajenos.
Los interinos. Aprenderán a entender su insignificancia. Aprenderán a entender la insignificancia humana. Que los ricos tienen su dinero para vivir bien. Que los pobres necesitan de derechos para vivir bien. Que la clase media si no cuenta con buenos trabajos está condenada a la pobreza. Que los buenos trabajos hay que defenderlos. Que los derechos hay que salvaguardarlos. Aprenderán que los méritos individuales no valen nada si la sociedad está injustamente conformada. Aprenderán estas verdades o aprenderán otras verdades más dolorosas. Espero que no les vaya mal en el futuro. Espero que no me vaya mal a mí mismo. Aún conservo un buen trabajo. Soy el siguiente objetivo. Los interinos ya han sido sacrificados. Se avecinan nuevas reformas legales. Los políticos siguen pensando en nuevas soluciones a la crisis. Los políticos siguen al servicio de la sociedad. Vota PP-PSOE.

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