EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO:
LAS CLASES MEDIAS
España, país de desigualdades. España, país de nobleza
y campesinado. Miseria campesina. Perpetuada a través de los siglos. Con
minifundio en el norte. Con latifundio en el sur. Pero con el mismo resultado.
Vida triste. Vida de subsistencia. Generación tras generación. Siglo tras
siglo. Unos pocos disfrutando de la vida, una mayoría lamentando haber nacido.
Sin conocer el placer. Sin conocer la felicidad. Sólo conociendo la miseria.
Sólo conociendo la desgracia.
Pobreza de los españoles. Hasta tiempos muy recientes.
Filmada por Buñuel. Documental sobre Las Hurdes. Hace menos de un siglo.
Imágenes para llorar. Así vivían los españoles. Así vivieron aún nuestros
bisabuelos. Así vivieron aún muchos de nuestros abuelos. Segunda mitad del
siglo XX. Cambia la suerte del ser hispánico. La prosperidad empieza a alcanzar
sus filas. La riqueza se reparte. La mayoría sale de pobre. Se forman las
clases medias. El ser hispánico aprende a comer bien. El ser hispánico aprende
a vivir bien.
Las clases medias. Acceso al bienestar. Olvido del
estado anterior. Es duro recordar. La psicología del individuo tapa el lado
amargo de la vida. Prefiere el lado amable. Los españoles acostumbrados a la
buena vida. Los españoles alejados de los malos recuerdos. Confiados sólo en
mejorar. Creyendo en el progreso. Creyendo en su capacidad. Creyendo en sí
mismos. Olvidando la tradicional indefensión del ser hispánico. Olvidando su
ancestral vida desgraciada. Creyendo que los tiempos han cambiado para siempre.
Creyendo que los derechos son inalienables. Creyendo que la prosperidad es
inalienable.
Pecado de las clases medias. Se olvidaron muy rápido
de que se puede ser pobre. Se olvidaron muy rápido de que siempre hubo ricos y
pobres. De que nunca dejó de haber ricos. De que éstos son muy egoístas. De que
querían recuperar el terreno perdido. De que estaban esperando su oportunidad.
De que estaban esperando que la sociedad bajase la guardia. Y las clases medias
bajaron la guardia. Se creyeron ricas también. Y no lo eran. Su riqueza era
otorgada. Su riqueza era dependiente. Y los ricos de verdad dijeron basta. Y
las clases medias no entendieron. Las clases medias cedieron. Las clases medias
se empobrecieron.
Las clases medias. Preocupadas por su bienestar físico
se olvidaron de que la mente también hay que tenerla activa. Mente sana en
cuerpo sano. Obsesión por el deporte moderna. Todos a cuidarse. Todos al
gimnasio. Todos a hacer footing. Todos a hacerse la cirugía estética. El lema
clásico falla por el lado más impensado. La sabiduría de los antiguos errando
por el lado de la mente. Las clases medias. Cuerpo sano en mente enferma. Nadie
piensa ya. Ha llegado la edad de oro. La edad de la eterna juventud. Cuidemos
sólo la salud propia. No cuidemos la salud social.
Cuidemos la estética. Cuidemos la calidad. Vivamos en
mundo artificial. En un mundo de seres selectos. En un mundo de productos
selectos. Presumamos de ir al Arzak. Presumamos de pagar por no comer.
Refinémonos ya que vamos a ser todos ricos. Imitemos el modo de vida de las clases
altas. Las diferencias sociales han desaparecido. Los hábitos populares han
desaparecido. La comida tiene que ser sana. La vida tiene que ser sana. Todo
tiene que ser sano. Menos la mente. La mente está podrida. El ser de clase
media se ha vuelto narcisista. El ser de clase media sólo piensa en sí. El ser
de clase media ha perdido la perspectiva. La perspectiva de su propia
destrucción. Somos clase media. Sigamos viviendo falsamente.
Preocupémonos sólo de nosotros mismos. De nuestro
peso. De nuestra dieta. De nuestros gustos. Compremos ropa de marca. Busquemos
marcar distancias con el prójimo. Busquemos marcar nuestra calidad. Poner
nuestro sello en los objetos que nos rodean. Ropa cara, coches caros, viajes
caros, todo nos lo podemos permitir. Despilfarremos. Aunque nos endeudemos.
Aunque empufemos a nuestros familiares. Aunque los salarios vayan a menos.
Presumamos. Mientras salgan las cuentas, presumamos. Lo demás no tiene
importancia. Vivamos como ricos puesto que todos viven como ricos. Y yo no soy menos.
Yo soy clase media.
Las clases medias. Los viejos olvidaron su amargo
pasado. Los jóvenes nacieron viviendo bien. Todos creyeron que no había vuelta
atrás. Creyeron en una sociedad sin clases. En una sociedad sin luchas de
intereses. En una sociedad garantista que protegía al individuo. En una
sociedad donde el individuo tenía satisfechas las necesidades básicas. En una
sociedad donde el individuo tenía que ser ambicioso. Que siempre se iba hacia
adelante, nunca hacia atrás. Y llegó la crisis. Llegó el momento de contrastar
la prosperidad alcanzada. Y los españoles no entendieron la marcha atrás. Y era
su culpa. Y ellos no se sentían culpables. Ellos se sentían ricos.
Pobre clase media. Los pobres venidos a ricos no
entienden que no se puede ser rico permanentemente. Ya lo dice el nuevo
gobierno de Hispania. Los españoles hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades. Tenemos que pagar por ello. Tenemos que pagar la soberbia de
habernos sentido ricos. Tenemos que pagar la urgencia de haber jugado a ricos
con dinero ajeno. Tenemos que entender que volvamos a ser clase baja. El
gobierno nos hará el favor de devolver la sociedad hispana a su estado natural.
Las medidas para salir de la crisis van en esta línea. Recorte generalizado de
derechos. La riqueza de nuevo en manos de unos pocos. La pobreza de nuevo
repartida entre muchos.
Triste regresión de la clase media hispánica. Producto
de los anteriores años de bonanza. Los españoles votando el neoliberalismo.
Haciendo un gran uso de la democracia. Votando a favor de gobiernos que
elaboraban leyes injustas. Creando el caldo de cultivo para la pobreza. Sin
ojos para analizar la realidad. Aprobando la Constitución Europea. Las clases
medias comportándose absurdamente. Votando contra sí mismas. Perjudicándose a
sí mismas.
Triste regresión. Costó muchos siglos que una mayoría
de pobres tomara conciencia de la injusticia y cambiara la sociedad. Costó
tanto que es difícil de entender por qué se produjo. Los pobres son seres
resignados. Pero cambiaron. Y lucharon por vivir bien. Lucharon mucho. Y
consiguieron vivir bien. Se crearon las clases medias. Fin de la historia. O
no. Desgraciadamente.
Triste regresión. Penosa lección de historia. Las
clases medias triunfaron. Las clases medias se confiaron. Se acomodaron.
Perdieron el espíritu de lucha. Y en pocos años van a perder las ventajas que
se tardaron mucho tiempo en conseguir. Van a perderlas por olvidar su origen.
Por olvidar su lugar social. Por creerse más de lo que son, van a conseguir ser
menos. Por no defender sus derechos, van a perder su bienestar. Van a volver a
pobres, sintiéndose ricos. Porque las mentalidades cambian lentamente. Porque
una mente enferma tarda mucho en curar. Pero los cambios sociales son muy
rápidos. Y el fin de las clases medias está siendo rápido, aún más rápido que
su aparición.
Las clases medias. Un interesante y pasajero fenómeno
social que las futuras generaciones estudiarán en los libros de historia. Sin
entender mucho. Sin entender cómo pudieron unas personas que vivían bien dejar
que otras que aún vivían mejor las convirtieran en pobres. Sin entender cómo
este cambio se produjo en un sistema democrático. Sin entender cómo los
gobiernos elegidos por las clases medias las degradaron en clases bajas. Pero
así es el votante. Sobre todo el votante español. Sabe bien con quien se tiene
que identificar. Sabe bien a quien tiene que votar. Elige bien. Elige siempre
bien. Vota PP-PSOE.