Vota PP-PSOE

lunes, 28 de enero de 2013

El siguiente capítulo es:

EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LOS AJUSTES
Crisis. Momentos de responsabilidad. Momentos en que el ciudadano tiene que tener altura de miras. Olvidarse de su egoísmo y sacrificarse por su país. Como en una guerra, pero sin guerra. Los más altos sentimientos a escena. El heroísmo al servicio de la economía. Sangre, sudor y lágrimas por el bien del país. El país orgulloso de los esfuerzos de sus ciudadanos. Éstos orgullosos de servir a la patria. Unas penalidades compartidas son el camino de un futuro mejor.
Bonito discurso el del trabajo y el sacrificio. Sirvió para los alemanes y japoneses. Países destruidos tras la Segunda Guerra Mundial convertidos en potencias económicas por la laboriosidad de sus habitantes. Vale y no vale. Los japoneses siguen siendo igual de trabajadores. Pero han dejado de crecer. Ahora ya no vale tan bonito discurso. En economía no sólo cuentan los valores morales. ¿De verdad en España se trabaja menos que en Alemania? No sé, no me lo creo. Volvemos al pasado. Alemania prosperó en gran parte gracias al curro de muchos inmigrantes españoles. Pero el mérito es de los alemanes. Los prejuicios son los prejuicios. El alemán es laborioso. El español es un mangante.
Discurso del sacrificio. Los pobres siempre han trabajado mucho y no han dejado de ser pobres. Es fácil demostrarlo acudiendo a la historia. Siempre ha habido ricos y siempre han tenido valores de desprecio al trabajo. Durante muchos siglos la nobleza y el trabajo manual fueron cuerpos extraños entre sí. Durante muchos siglos otros de condición inferior tuvieron que hacer el trabajo. Otros que eran tratados injustamente. De nuevo se vuelve a tiempos de injusticia y trabajo. Pero con otros valores. Ahora los ricos sí trabajan. Pero ellos ganan mucho. Los pobres siguen trabajando. Y de nuevo vuelven a ganar poco. Fin de las clases medias.
Ajustes. Sacrificio de todos. Discurso retórico. Discurso interesado. En democracia se le dan explicaciones al ciudadano.  Explicaciones macroeconómicas muy razonadas. Con muchos datos y muy convincentes. Fáciles de creer. El español perdido en un mar de estadísticas. El español perdido en un mar de conceptos abstrusos. Nada que ver con la realidad. Unos muy ricos, otros muy pobres. Subidas de impuestos conviviendo con exenciones fiscales. Subida de impuestos indirectos frente a amnistías fiscales. La crisis no llega a todo el mundo. Ni llegará. El pueblo renegará pero otorgará. La clase media es manejable. Está frustrada. Es fácil engañarla. Aún más fácil que cuando vivía en una falsa prosperidad. Antes creía ser rica, ahora ha dejado de serlo. Pero aún aspira a ser rica. Antes era irracional, ahora es más irracional.
El sueño de ser rico. Es un mal sin cura. La clase media no tiene remedio. Cree en los datos económicos. Cree en la condición sagrada de las cifras del déficit. Sus miembros están a favor de los ajustes. Siempre, por supuesto, que los ajustados no sean ellos. Si son otros no hay problema. Estoy a favor de la reducción de los salarios ajenos, estoy a favor de la reducción de las prestaciones ajenas. Así hay menos carga impositiva para mí. O eso creo. Pienso como rico y el Estado me trata como pobre. Sí me sube los impuestos. Ahora es otro el que ríe. De clase media también. Ya le tocará a él su turno. Más arriba están sin vez. Nunca les llega su turno.
Algunos piensan un poco más. Se atreven a criticar las desigualdades. Buscan culpables de la crisis. No hay problema. Los poderosos tienen la respuesta. Control de los medios de comunicación. Siempre se encuentran otros culpables. Hay un gran elenco: inmigrantes, sindicalistas, funcionarios o políticos. Gente que se aprovecha del esfuerzo de los demás. Es tan fácil la manipulación de la clase media. Ésta siempre mira hacia arriba sin crítica. Nunca mira hacia arriba más que para aspirar a ser parte de los ricos. Quien quiere ser privilegiado no puede criticar a otro privilegiado. Es lógico que los ricos no sean los culpables. Es natural que lo sean otros.
Los ajustes. Los mercados. Soy financiero. Vivo cómodo. Me río de la gente. O no me río. Simplemente soy feliz porque todo me va bien. Nadie me pone límites. La sociedad a mi servicio. Peleándose entre ellos. Anulados los políticos. Anulados los sindicatos. El ciudadano a mi merced. El ciudadano soñando en imitarme. El ciudadano causante de su desgracia.
Me he vuelto engreído. Me he vuelto soberbio. Normal. Hago lo que quiero. Doy lecciones de trabajo. Me pongo de modelo. Gozo de impunidad. No soy el problema social. El problema social son otros. Impongo las leyes. Aún tengo lugar para proponer nuevos ajustes. Sería bueno imponer la jornada laboral de las sesenta horas. Sería bueno acabar con las vacaciones pagadas. Son rémoras del pasado. Perjudican la economía. Los políticos dan la cara por mí. A ellos les gusta el poder visible. Yo estoy en la sombra. Manejo los hilos, conduzco a la pobreza a los demás, pero nadie me acusa. La moral me protege. Todos quieren ser ricos, todos son amables conmigo. Ciudadano infeliz, millonario feliz.
Todos quieren ser ricos, todos aceptan los sacrificios pedidos. Nada de revoluciones, nada de nacionalizaciones, nada de persecución de paraísos fiscales, nada de vueltas a imposiciones progresivas, nada de penas más fuertes contra los delitos económicos. La sacrosanta propiedad privada. El respeto a las reglas de los ricos. La extensión del paro, la extensión de los deshaucios, la extensión de la pobreza son males naturales que una sociedad debe aceptar. La injusticia de nuevo convertida en legislación. Pero con una diferencia, los poderosos de antes empleaban la coerción, los poderosos de ahora pueden ser los buenos de la sociedad. Aunque por culpa de ellos los gobiernos ajusten. Aunque por culpa de ellos llegue la miseria. No importa. No tienen mala conciencia. Normal, es el ciudadano quien elige a sus gobernantes. Y elige libremente cada cuatro años. Es democracia. El ciudadano quiere esta sociedad. El ciudadano no quiere poner límites a los poderosos. No puede echar la culpa a nadie. Que  disfrute de su elección. Vota PP-PSOE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario