EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO:
LAS PROMESAS ELECTORALES
Rajoy llegó al poder prometiendo unas cosas. Gobierna
haciendo otras. Práctica corriente en los políticos. En cuanto ocupan su trono
se olvidan de sus promesas electorales. Siempre ha sido así y la gente
igualmente les cree. Misterios de la vida. De once millones de votos obtenidos
por Rajoy, posiblemente ocho o nueve millones de estas personas serán
perjudicadas por sus decisiones actuales. La decisión del voto debería ser más
inteligente. Pero es España.
Rajoy acusando a Zapatero de destruir el Estado del
bienestar. Rajoy destruyendo el Estado del bienestar. Rajoy acusando a Zapatero
de ser el problema de España. Rajoy siendo el problema de España. Acusaciones
mutuas. Siempre lo mismo. El ciudadano pierde. Pero otorga.
Los ciudadanos sabían que estaba mintiendo. Sabían que
estábamos en crisis. Que se prometían cosas como si la crisis no existiera. Era
irreal. No generaba desconfianza. Extraño. Falta de madurez de la sociedad
hispánica. Sus miembros sólo escuchan lo que quieren oír. Irracionalismo peligroso.
No es bueno que el ciudadano renuncie a la razón. Es bueno que mantenga su
espíritu crítico. Hoy Rajoy nos miente, mañana ¿quién? Nuevas demagogias,
peligro seguro.
Otro caso
reciente. Elecciones andaluzas. PSOE prometiendo no hacer lo que seguro va a
hacer porque ya lo ha hecho con anterioridad. Curioso. Gana las elecciones. Por
el miedo a la derecha. Huir del fuego para caer en las brasas. Voto útil. Gran
margen al votante. Éste no es muy listo, pero es bienintencionado. De nuevo es
engañado. Nueva vuelta de tuerca. Izquierda Unida participa del engaño. Bajada
del sueldo de los funcionarios. Lógico, no son ricos, son currantes. Ellos sí
son privilegiados. Política de izquierdas.
Elecciones. Cuatro años de impunidad. Si las cosas van
bien, se favorece a los amigos banqueros. Con el crédito, los ciudadanos
contentos. Si las cosas van mal, los políticos alardean de ejercicio de
responsabilidad y de ajustes: hay que pisar el acelerador de las reformas.
Frase de Rajoy. Bien por él. Veinte años de recortes de derechos. Los políticos
apoyan a la globalización y a la nueva Europa. Gracias por la fuga de
capitales.
Sólo se ha respetado a las generaciones más antiguas.
Se las ha mimado. Políticas del INSERSO. Los viejos votan en masa. Los
pensionistas representan el último resto de bien común que les queda a los
políticos. Que no se confíen. También les llegará a ellos. Fin del último dique
de la democracia. Su egoísmo les costará caro. Han visto arruinarse a sus
hijos. A ellos les llegará su turno. Quizá se mueran antes de que les ajusten.
Quizá no.
Necesidad de una cultura democrática en el solar
hispano. Peligro de que esta falta de cultura favorezca opciones radicales. La
crisis se perpetúa. La desesperación aumenta. Tanto engaño es peligroso. Nadie
debe votar a los partidos que engañan. Nadie debe votar a partidos que prometen
la panacea. No hay que ser crédulos. La política no es la religión. Aunque
empieza a parecerlo.
Se piden políticos sinceros. Esto no es tan
importante. Lo importante es no refrendar un engaño. Voto sectario del votante
español. Si éste quiere defender la democracia tiene que aprender a votar. No
votar por miedo. Sólo votar por interés, pero racionalmente. Es sencillo.
Cuatro años de gobierno, ¿ha cumplido este partido lo que prometió? ¿Vivo yo
mejor? ¿Vive mi familia mejor? ¿Vive mi entorno mejor? Si no es así, se vota a
otro. Y si sale igualmente falso o corrupto de nuevo se vota a otro. Es fácil.
No hace falta escuchar tanto a los políticos. Basta con cambiarlos.
Pero es difícil ser racional en política. Las campañas
electorales te inundan de promesas y miedos. El ser hispánico se siente
inseguro. O cree que su voto tiene un carácter mágico o cree que no vale para
nada y no merece emitirlo. Pero el único voto útil es el voto sensato. El que
no convierte a los políticos en una casta si no sirven a los ciudadanos. Y en
España, ya sea por omisión, o por sectarismo, los políticos son una casta.
Dificultad para que aparezcan nuevos políticos. La
gente no confía en ellos. Curioso. Confía en los que ya le han engañado. Me
acuerdo el caso de Pimentel, un exministro de Aznar. Hace años se presentó en
Andalucía. No sacó casi votos. No sé si era válido o no. Pero parecía
diferente. Esto es bueno. Si siempre son los mismos, destruirán la democracia. La
gente dejará de confiar en ésta. Y estamos en crisis. Fácil caldo de cultivo
para opciones políticas radicalizadas. El mito de un gobierno fuerte siempre
presente. El mito de un líder que lo soluciona todo. El mito regenerador.
Cuidado.
Hastío del ciudadano de la política. Acomodamiento de
los políticos. Es una forma de vida y se vive muy bien. Tengo poder y nadie lo
cuestiona seriamente. Lleva muchos años funcionando el engaño. Los políticos no
ven el peligro. Son los únicos que aún creen en su discurso. Votante resignado,
pero peligroso. Hasta en España la gente se harta. Hay que esperar a nuevas
elecciones. Vota PP-PSOE.
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