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viernes, 25 de enero de 2013

Un nuevo capítulo es el siguiente:


EL INFRAHOMBRE HISPÁNICO: LA PRECARIEDAD LABORAL
Tuve un padre. Ya murió. Era buena persona. Como casi todas. Era un buen trabajador. Trabajó más de treinta años en la misma oficina. Se desvivía por ella. Se jubiló. Recibió un homenaje de sus jefes. Fidelidad absoluta a la empresa. Reciprocidad de trato. Modelo japonés. Estaba bien pagado. Estaba bien tratado.
Tuve un padre. Se responsabilizaba del trabajo. No hacía falta mandarle horas extras. No todos los españoles somos unos pícaros. Algunos sí, la mayoría no. Los trabajadores tienen valores. Son personas. Tienen alma. Pueden hacer de la empresa algo suyo. Pueden querer al trabajo. Éste puede aportar dignidad. Mi padre trabajó en una notaría. Mi padre estaba orgulloso de haber trabajado en una notaría. Y no era notario.
Mi padre ya murió. Llegaron nuevos tiempos. Llegaron nuevos conceptos. Llegó la flexibilidad laboral. Llegó la productividad. Mi padre no hubiera recibido un homenaje. Mi padre hubiera sido despedido. Como tantos. Los jóvenes arrinconan a los viejos. Es ley de vida. Hay valores nuevos. Competitividad. Sagrada palabra. No respeta la edad. No respeta la fidelidad. Convierte al trabajador en un objeto. Convierte a la persona en inservible.
Nuevos tiempos. Nuevos trabajos. Trabajos precarios. Trabajos sin dignidad. Jefes indignos. Promesas incumplidas. Rebajas de sueldo. Zancadillas al compañero. Juego sucio. Mezquindad. Competitividad en estado puro. Juego de supervivencia entre trabajadores. El paro acecha. Las leyes desprotegen.
Mi padre. El pasado. Un modelo de persona desaparecido. Un modelo de persona incomprensible en la actualidad. Ya nadie se realiza a través del trabajo. Fin de los buenos trabajos. Fin de los trabajadores contentos. Fin de la dignidad profesional. Algún día el trabajador reconocerá su caída. Perderá la esperanza. Dejará de creer en sí mismo. Sabrá que nada le salva. Que ser mejor que el compañero no aporta seguridad. Que nada evita el despido. Que el trabajo envilece. Algún día faltará la motivación. Y volverá la picaresca.
Volverá la picaresca. Y volverán los desprecios. Volverán las humillaciones. El jefe haciendo reproches. El trabajador inerme. No le queda autoestima. Les gustaría hacer las cosas bien. Pero no le preocupa. No se aprecia su trabajo. Y el jefe no puede estar en todas partes. Sabrá engañarle. Sabrá disimular. Es cuestión de experiencia. Las trampas se aprenden. El trabajo bien hecho debe ser bien pagado.
La picaresca. Tendencia natural del trabajador al placer. Tendencia del trabajador a evitar el trabajo. Tendencia humana. Otra tendencia humana. Tendencia natural del jefe a la codicia. A la explotación del trabajador. Necesidad de equilibrio entre dos tendencias destructivas. Trabajadores divididos. Ruptura del equilibrio. Ganan los jefes.
El jefe haciendo reproches. Con razón y sin razón. El trabajador degradado. Dependiendo de otro ser humano. Arbitrario como somos todos. El trabajador sin atreverse a abrir la boca. El jefe crecido. Es muy placentero sentir el miedo ajeno. Sentir una atención excesiva sobre mí. Sentir mi influencia sobre los demás. Es muy goloso el poder. Los políticos lo saben. Los empresarios lo sabían. Se les pusieron límites: se crearon derechos laborales y sociales. Ahora estos límites desaparecen. Vuelve la impunidad. Volverá un nuevo feudalismo. Derecho de pernada. Mi secretaria está muy buena. Le haré bromas obscenas. Tendrá que soportarme. Para qué gastar en putas si ya tengo subordinadas. Vuelve la Lewinsky a gran escala. Strauss-Kahn y Berlusconi marcan el camino.
Precariedad laboral. El español engañado. Cree en sí mismo. Cree que su explotación será un estado pasajero. El éxito cuesta. Hay que recorrer un largo camino hasta llegar a él. Hay que demostrar que se vale. Precariedad. Camino hacia atrás, no hacia adelante. Esclavitud moderna. No hay libertad sin autonomía económica. Principio sencillo que se olvida. Libertad teórica, esclavitud real. No hay elección. No hay buenos trabajos. O trabajas o al paro. Ninguna de las elecciones es afortunada. No hay libertad.
Precariedad. El caso español. Un país que creció con un modelo de bajos salarios tiene que bajar salarios para salir de la crisis. Ésta se soluciona degradando aún más las condiciones de trabajo. Claro. Los españoles vivimos en el pasado por encima de nuestras posibilidades. Claro. Todo mentiras. España va bien. España no va tan bien. Los de abajo siempre pierden. Prioridad política: lucha contra la inflación. Los de abajo siempre pierden. Los políticos luchando contra el paro a costa de los trabajadores. Hay que degradar al trabajador para que le contrate el empresario. Sociedad de las estadísticas. Lucha contra el paro, no por el empleo.
Precariedad laboral. Empiezan las apreturas. Los españoles viviendo al límite. No teniendo para imprevistos. No teniendo ni para cambiar las ruedas del coche. Asumiendo riesgos. Los políticos lanzando mensajes optimistas. Viviendo al margen de la sociedad. Como la parte de la sociedad aún sin precarizar. A la que también le llegará su turno. La crisis continúa. La crisis va para largo. La precariedad va para largo. Para mucho más largo. Vota PP-PSOE.

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